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«Quedar en la casa del Señor»: un programa de cinco puntos

febrero 2, 2016

Autor: Andreas Rother

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El que quiere que se le cumpla un deseo, algo debe hacer. Esto también es válido para ese gran deseo que en las palabras del autor de los Salmos se ha convertido en un clásico entre los cantos nuevoapostólicos. El programa de cinco puntos de un Servicio Divino del Apóstol Mayor hace su aporte.

«Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo». En torno a este conocido texto bíblico de Salmos 27:4 giró el Servicio Divino que ofició el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el 10 de diciembre de 2015 en la comunidad Somerset Oeste de Ciudad del Cabo (Sudáfrica).

«Sabemos que Dios no necesita un templo para vivir en él. Pero también sabemos que la casa de Dios es el lugar donde podemos tener un encuentro con Dios», dijo. «Queremos tener comunión con Él. Sólo con el deseo de quedar en la casa del Señor todos los días de nuestra vida, no alcanza. Debemos hacer algo para que esto se cumpla». Qué hay que hacer exactamente, lo explicó por medio de cinco puntos.

Percibir la bondad de Dios

«Así como el pueblo de Israel fue al templo para agradecer a Dios y ofrecer su sacrificio, reconozcamos también nosotros su bondad y ofrezcámosle nuestro agradecimiento». Pero para percibir la afabilidad de Dios permanentemente, hay que tomar conciencia de ella una y otra vez. «Nunca olvides todo lo que Él ha hecho por ti. Cuenta los favores que el Señor te dio», apeló el Apóstol Mayor. Este es el esfuerzo que hace posible experimentar la dedicación de Dios en el agradecimiento.

Luchar por la redención

«Queremos ser redimidos, y para eso quedemos en la casa del Señor». Aunque a través de Jesucristo la redención es posible, para alcanzarla debemos esforzarnos: «Debemos defendernos y ser decididos en lo que nos proponemos: ‘No acepto ser dominado por el mal; quiero ser un vencedor'». Pues, «Dios sólo nos puede redimir si nosotros queremos».

Crecer en el reconocimiento

«También queremos la bendición de Dios. Sabemos que «la obediencia es la llave a la bendición», dijo el Apóstol Mayor Schneider: «Venimos a los Servicios Divinos y queremos escuchar al Señor. Pero el problema es el siguiente: ¿Estamos dispuestos a aprender?». Algunos creyentes quisieran detenerse en su reconocimiento actual «o en el de hace cinco o diez años». No quieren apropiarse de nuevos reconocimientos, porque son más bien incómodos. «Profundicemos en la voluntad de Dios. No os quedéis detenidos en los reconocimientos de ayer».

Demostrar arrepentimiento y practicar el perdón

«Quedemos en la casa del Señor para obtener gracia. Y esto requiere un esfuerzo de nuestra parte», aclaró el Apóstol Mayor: «Debemos estar dispuestos a arrepentirnos y a perdonar a
nuestro prójimo. Esto no es tan fácil, lo sé». Sin embargo, «si queremos la bendición de Dios en plenitud, debemos mostrarnos arrepentidos y perdonar».

Aspirar la unidad

«Si queremos quedar en la casa del Señor, esto también significa que queremos seguir siendo parte
del pueblo de Dios». Y para eso hay que esforzarse: «A veces nos debemos
ocupar de las preguntas: ¿Qué valiosa es para ti la unidad en el pueblo de Dios? ¿Qué valiosa es para ti
la unidad en tu comunidad? ¿A qué estás dispuesto a renunciar por ella?».

«La casa de Dios también es tan hermosa porque podemos celebrar juntos la Santa
Cena», acentúa el Apóstol Mayor Schneider. «Una comunidad bendecida es aquella de la que todos pueden decir: me alegro de que a mi hermano y a mi hermana les sean perdonados los pecados; todos nosotros
somos parte de este pacto y pertenecemos a la misma casa, la casa del Señor».

febrero 2, 2016

Autor: Andreas Rother

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