¿Quién es Dios? Jesús respondió a esta pregunta para sus contemporáneos mostrándoles cómo es Dios. Hoy son los creyentes los que deben hacerlo. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider explica exactamente cómo en un Servicio Divino.
El Domingo de Ramos, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en Kaiserslautern (Alemania). Su prédica se basó en las palabras de Juan 12:23: “Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado”.
Jesús reveló la naturaleza de Dios
Jesús había ido a Jerusalén para glorificar a Dios y para que Él fuera glorificado por Dios, dicho de forma más sencilla: “El Señor Jesús sabía que había llegado el momento en que debía mostrar públicamente y de forma inequívoca quién es Dios y quién es Él mismo”. En su muerte en la cruz, Jesús reveló la grandeza de su Padre.
Reveló la gloria de Dios: “Mostró que Dios es tan grande que vale la pena sufrir y permanecer con Él. La relación con Dios, la comunión con Él es mucho, mucho más importante que la propia suerte en la tierra, que el sufrimiento y la muerte”.
Jesús demostró que Dios es amor y verdad y que confiaba en Él al cien por cien: “No podría haber habido mejor demostración de lo grandes que son el amor y el poder de Dios. ‘Tengo absoluta confianza en Él, aunque no entienda en absoluto lo que está pasando ahora: ¡Yo confío en Él!’”.
Además, la muerte de Jesús en sacrificio demostró quién era Él mismo: «Mostró: ‘Soy enviado por Dios para llevaros su amor; y el amor de Dios por vosotros es tan grande que doy mi vida: por vuestra salvación. Yo soy el buen pastor que da su vida por las ovejas’”.
Por su parte, Dios glorificó a su Hijo. “Por la resurrección mostró: ‘Este es mi Hijo, Él no muere; yo estoy con Él, le he dado la victoria’. Más tarde, a través de la resurrección, lo llevó a su gloria, donde –Jesús mismo lo mencionó– dijo: ‘Señor, dame la gloria que he tenido contigo en el cielo desde toda la eternidad’”.
Los creyentes anuncian la naturaleza de Dios
Ahora el encargo de los creyentes, subrayó el Apóstol Mayor, es glorificar a Dios. “Ha llegado la hora, hoy, ahora, aquí, de mostrar quién es Dios y quiénes somos nosotros”. Este encargo lo cumplen los creyentes al anunciar…
- que Jesús está activo en su Iglesia: “Jesucristo actúa en la tierra, dando salvación, gracia, perdón y bendición. Una de las formas de dar testimonio de ello es yendo al Servicio Divino”.
- que Jesús es amor y verdad: “Confiamos plenamente en Él, no tenemos miedo, no nos preocupamos innecesariamente: confiamos absolutamente en Dios, tenemos una confianza incondicional”.
- que glorifican a Jesucristo: “Así podemos glorificar a Jesucristo guardando su palabra y mostrando: Jesucristo tiene razón. Vivimos de acuerdo con el Evangelio”.
Los creyentes deben mostrar quiénes son:
- Los perdonados: “Y como hemos recibido y recibimos la gracia, también estamos dispuestos a perdonar a nuestro prójimo”.
- Los amados: “Servimos al Señor porque lo amamos con todo el corazón”.
- Los enviados de Dios: “Tenemos un encargo que cumplir, que es hacer el bien en nombre de Jesucristo y ayudar a nuestro prójimo a alcanzar la salvación”.
El creyente no siempre cosecha la admiración y la aprobación de sus semejantes, advirtió el Apóstol Mayor: “Cuando queremos mostrar quién es Dios, quiénes somos nosotros, no siempre sale bien”. Sin embargo, este es precisamente el momento de mostrar quién es Dios y quiénes son los cristianos. El Apóstol Mayor prometió a los que cumplieran este encargo que Dios los glorificará: “Experimentaremos la resurrección, recibiremos el cuerpo de la gloria y seremos llevados al reino de Dios, a la gloria eterna. Este es nuestro futuro”.