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Salvar a nuestros niños: Día del niño universal 2019

noviembre 20, 2019

Autor: Peter Johanning

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¿Necesitan los niños un día de conciencia propio? Las Naciones Unidas ciertamente así lo creen, porque el mundo no les pertenece a los niños, aunque en verdad debería. Algunos pensamientos en contra de la tendencia general.

El Día del niño universal se conmemora en 145 naciones. Es un día para promover las necesidades y los derechos de los pequeños. Las Naciones Unidas celebran este día cada año el 20 de noviembre—este es el día en que la Asamblea General de las UN adoptó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.

¿Tienen derechos los niños?” se preguntan los adultos. “Seguro que sí,” responden los pequeños. “Y ¿por qué debemos recordárselo a la gente”? – “Porque no queremos olvidarlo. Recuerden: cada diez segundos un niño aún muere de hambre y desnutrición: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, muerto.”

El derecho a la infancia

¿Qué clases de derechos son estos? Existen varios que son importantes: el derecho a la infancia, por ejemplo. Aunque se ha prohibido el trabajo infantil, aún no ha sido abolido. Las manos pequeñas que deben contribuir al sustento de la familia no tienen tiempo para las cosas más importantes, como ser: jugar con sus amigos. En el tercer milenio, niños jugando no debe convertirse en una pintura anacrónica de un pasado romántico. “Niños en el museo”, ¡qué idea espantosa! UNICEF estima que el diez por ciento de los niños en el mundo siguen involucrados en trabajo infantil forzado—en minas subterráneas de cobre, en fábricas textiles que apenas merecen su nombre, y en plantaciones de cacao. Los adultos serían demasiado caros—y los clientes en los países compradores no están preparados para pagar más por los productos. ¡Un círculo vicioso!

También, el derecho a decir que no contribuye al sentido de identidad de las personas y le da forma a su vida. Un niño que solo expresa conformidad no tiene opinión propia. Solo a través de un ´no´ claro un niño se convierte en una personalidad. Y un ´no´ así ni siquiera necesita justificarse para ser válido. ´No´ es ´no´. Punto. Si se quiere educar a los niños para que tengan voz y voto se les debe permitir dar su opinión. Un niño al que se le permite decir ´no´, se dice ´sí´ a sí mismo.

Lo que necesitan los niños

Lo que necesitan realmente los niños

  • son amigos, consejeros y docenes que les dediquen tiempo y los escuchen.
  • son lugares donde se sientan seguros, donde se les garantice paz y protección.
  • Son sueños que se conviertan en realidad de vez en cuando. Si los sueños aprenden a volar, el viaje al horizonte vale la pena.

Los niños necesitan personas bien intencionadas con ellos, que sean generosas sin ser arbitrarias, que se interesen en su mundo sin criticarlo constantemente y que se puedan hacer lo suficientemente chiquitos como para ver a través de los ojos del niño. Solo de esta manera los derechos de los niños se tornan realmente derechos y no solo obligaciones. Las leyes u órdenes oficiales no son suficientes para crear derechos para los niños.

Las manos deben bendecir, no defender

¡Cuidado! Algunas culturas no prestan atención a las preferencias y opiniones de los niños. Esto también es aplicable a muchas culturas contemporáneas. Aunque todo sea legible en blanco y negro, la realidad en general se ve diferente. Jesucristo marcó la pauta de la confesión de fe cristiana: “Entonces le fueron presentados unos niños, para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto sobre ellos las manos, se fue de allí” (Mateo 19:13-15). Esto es aplicable a la gente, independientemente de su cultura. Mientras los niños deban trabajar en minas subterráneas de cobre, necesitamos conmemorar el Día del Niño universal. Mientras haya adultos que sancionen un ´no´ de la boca de un niño por cursi o superfluo, necesitamos recordar este día.

De la Biblia – ¿Quién es el más grande?:

En aquel tiempo los discípulos vinieron a Jesús, diciendo: “¿Quién es el mayor en el reino de los cielos?” Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Así que, cualquiera que se humille como este niño, ese es el mayor en el reino de los cielos. Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como este, a mí me recibe”.

Foto: Susanne Dietmann / Kindermissionswerk

noviembre 20, 2019

Autor: Peter Johanning

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