Una mirada a la dirección del DJI y al centro de control
Los problemas son parte de la vida cotidiana de Holger Pinske, resolverlos es su pasión. En el Día de la Juventud Internacional se han mantenido dentro de los límites razonables. Una mirada a la dirección del DJI y al centro de control.
Se espera que asistan más de 30.000 personas al Día de la Juventud Internacional hasta el domingo. “Es normal que no salga todo a la perfección y sin problemas,” dice Pinske. Pero él no está preocupado: “Hay una solución para todo”. Y de eso se trata exactamente su trabajo.
Por tres años, Pinske se ha estado preparando para el Día de la Juventud Internacional 2019. Ha reunido a un grupo de experimentados, en su mayoría nuevoapostólicos-oficiales de policía, bomberos, personal de seguridad y otros expertos, algunos de los cuales ya conocía desde el Día de la Juventud Europeo 2009. Están acostumbrados a enfrentar situaciones de crisis. Esto también se aplica a Holger Pinske: en su vida, el director de 56 años maneja el Centro de Control de Investigación Criminal de Krefeld. “Se desarrolla una rutina para ciertos procedimientos”, dice Pinske. Pero el desafío para él yace en las situaciones impredecibles, de surgir alguna.
Seguridad más rigurosa
El personal del centro de control tiene todo a la vista—en parte en el sentido verdadero de la palabra: cámaras transmiten imágenes desde la estación subterránea y los pabellones al centro de control. Está conectado por radio y teléfono con los colaboradores que están en los pabellones de abajo, al igual que con el servicio de transporte de Rheinbahn y la policía de Düsseldorf. En caso de emergencia, pueden reaccionar con rapidez. “Si, por ejemplo, los pabellones están superpoblados, damos instrucciones desde aquí, diciendo que ya no se permite el ingreso de ninguna persona”, dice Holger Pinske.
Y, por supuesto, hay requerimientos de seguridad cuando hay tantas personas reunidas. “Desde el Día de la Juventud Europeo 2009, estas regulaciones se han vuelto considerablemente más rigurosas”, dice Pinske. Su personal es más numeroso esta vez que hace diez años para el DJE. El personal principal consiste en más de 50 personas; en los momentos de mayor actividad, hay más de cien voluntarios en las oficinas.
Conectados con la policía y los bomberos
Hay tres áreas en el centro de control: una es la oficina del control central que está en funcionamiento las 24 horas del día. Aquí, se reúnen todos los llamados a la línea directa del DJI. Muchas preguntas pueden responderse con rapidez por los empleados mismos al teléfono. Si la situación se complica, ellos saben a quién acudir para ayudar a los que llaman.
La siguiente oficina, el área dos, se parece mucho a un juego de objetos ocultos: un escritorio junto a otro, una laptop junto a otra, cables por todas partes, pantallas y rotafolios en todo el lugar. “Aquí trabajan los empleados de todas las áreas que son responsables de la organización del DJI”, explica Pinske. Todo se reúne en este lugar, y para brindarles a todos la información que necesitan para su trabajo, hay un informe de estado actualizado una vez por hora.
Manfred Bruns es, junto con Holger Pinske y su compañero Mathias Mörretz, uno de los hombres más importantes en el centro de control: el antiguo jefe adjunto del Departamento de Investigación Criminal de Wuppertal es el director oficial del evento DJI y, al mismo tiempo, la persona de enlace entre la Iglesia Nueva Apostólica como organizadora del DJI y las instituciones oficiales como ser la Ciudad de Düsseldorf y la administración del centro de exposiciones de Düsseldorf, la policía y los bomberos o los servicios de rescate. Los empleados de todas las organizaciones y autoridades mencionadas tienen su espacio de trabajo en el área tres del centro de control. Pinske llama a este lugar la “oficina de enlace externo”: “A estos colegas no les importa lo que hagamos en el DJI. Simplemente monitorean que cumplamos con todos los requerimientos y, de ser necesario, nos informan si no lo hacemos así”.
El DJI es cualquier cosa menos una rutina
Para los empleados del centro de control, no es posible participar de los eventos múltiples de la reunión de jóvenes. Trabajan por turnos, algunos de ellos están de guardia las 24 horas. Esto es necesario porque el Día de la Juventud Internacional es un evento extraordinario, incluso para el personal del centro de exposiciones de Düsseldorf: “Con frecuencia se realizan partidos de fútbol y conciertos”, explica Manfred Bruns. “Pero el hecho de que casi 30.000 personas estén en constante movimiento entre el centro de exhibiciones y el Arena es algo que normalmente no sucede. Hay que estar preparado para ello”.
Holger Pinske solo podrá observar el DJI 2019 desde detrás de escena: “No vine aquí con la intención de asistir a muchos eventos. Es una pena, pero, no obstante, siento el ambiente”, dijo. Y recuerda algo del Día de la Juventud Europeo 2009: “Cuando los jóvenes permanecen despiertos en medio de la noche y cantan en conjunto, es algo muy grande”. En el mejor de los casos, Pinske solo verá algo como esto desde su cama de campamento que se instaló en su oficina en el centro de control. Tiene cuatro o cinco horas de descanso a la noche en su oficina. No es mucho. “Pero, no vine aquí a dormir”, dice.