Hoy se celebra el Día Mundial del Hermano. En realidad, una fecha bastante insignificante dentro de la historia mundial, pero igual haremos una pequeña excursión a antiguas sabidurías ya tradicionales.
¿Qué son, en realidad, los hermanos? Los hermanos son parientes de sangre, ¿o? No necesariamente es así, pues ellos no siempre son el hermano y la hermana o el hermano y el hermano o la hermana y la hermana que tienen los mismos padres. También hay medios hermanos y hermanastros. O también hermanos adoptados que según la ley son hermanos, pero no biológicos. Los fratrías o hijos biológicos de una misma pareja tienen el 50 por ciento de sus factores hereditarios iguales. Los medios hermanos, no obstante, el 25 por ciento y los hermanos adoptados ninguno. De todos modos, no los tienen biológicamente.
Esta «breve» descripción deja claro qué difíciles pueden ser a veces las explicaciones. Una definición rápida muchas veces no es posible.
Hermanos en la fe, ¿qué es?
Cambiamos de tema: También los cristianos se dirigen unos a otros como hermano y hermana. ¿Y por qué lo hacen? ¿Porque están sentados en la misma comunidad o pertenecen a la misma confesión? ¿Porque adoran al mismo Padre en el cielo? ¿Porque están bautizados? Aquí también un simple «sí o no» casi no es posible. Después de estar de acuerdo en un principio, le sigue un enorme «pero». A veces las imágenes de Dios son diferentes, a veces lo son las imágenes de sus hijos. Y entonces, ¿qué hace cristiano a un cristiano, que este pueda ser un hermano o una hermana?
La fe cristiana es trinitaria. La Confesión cristiana se basa en la Sagrada Escritura y en el Apostolicum. Los cristianos dicen:
- Creemos en Dios, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo.
- Creemos que Jesucristo fue muerto y resucitó por nosotros. Y que vendrá nuevamente.
- Creemos en la Iglesia, que es una, santa, universal y apostólica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna.
Además, los cristianos se sienten vinculados entre sí por el Bautismo. Y se acogen entre ellos con amabilidad y paz.
Los cristianos creen en Cristo
Pero si echamos una mirada a la cristiandad veremos que ya no todos lo creen. Antiguamente los cristianos eran judíos que creían en Jesucristo como el Hijo de Dios. Hoy algunos cristianos dicen que son cristianos y ni siquiera creen en Jesucristo. Existen congregaciones antitrinitarias, congregaciones monoteístas, congregaciones duoteístas, y todo bajo el techo del cristianismo. Aunque existen familias confesionales con grandes coincidencias, hay cientos de congregaciones cristianas que son prueba cuantitativa de cuán dividido está el cuerpo de Cristo.
Y por otro lado, precisamente la fe cristiana debe ser una fe conciliadora. Una fe que no distingue entre raza o sexo, entre biografía o posesión y posición. Una fe que tiene en cuenta tanto a los enfermos y los pobres como a los ricos y los sanos. Una fe para la que todos los seres humanos fueron creados por Dios y tienen asegurado su amor infinito. La fe cristiana no dice: «sí, pero», sino «sí, así es». Quien ama al pecador porque Dios también lo ama, es Cristo. El que apoya las piedras en el suelo, en lugar de arrojarlas, es Cristo.
Ser cristiano como un programa.
Ser cristiano es un programa: imitar el ejemplo de Jesucristo, vivir el amor de Dios, dejar que se despliegue el Espíritu Santo, son todas características de los hermanos y hermanas en la fe cristianos. Pensar como hermanos significa orar unos por otros, cantar unos con otros, tener la misma esperanza, honrar al prójimo. Así son los hermanos y hermanas en el Señor.
Y el que vive así, también honra a Dios.
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