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Servir con mi talento para gloria de Dios

agosto 1, 2020

Autor: Dinara Ganzer

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Olga Scherban (50) es maestra de coro en el Teatro de Ópera y Ballet de Vorónezh (Rusia). La hermana de la fe también pone sus habilidades musicales al servicio de la comunidad y la Iglesia.

A Olga Scherban le entusiasmó la música desde su infancia. Es por mérito de sus padres. Su madre es directora de coro, su padre tocaba el trombón en la orquesta sinfónica. Y así ella asistió a salas de conciertos y a presentaciones teatrales a una edad temprana.

En 1992 entró en contacto con la Iglesia Nueva Apostólica. En ese momento fue invitada a cantar en el coro. Actualmente, entre 30 y 35 hermanas y hermanos asisten a los Servicios Divinos en la comunidad de Vorónezh. Su esposo Alexandr sirve como Primer Pastor y dirigente de la comunidad. Un pequeño coro de comunidad hermosea los Servicios Divinos los miércoles y los domingos.

Perspectivas de la actividad musical y los coros en Rusia:

Usted dirigió el coro durante el Servicio Divino con el Apóstol Mayor en San Petersburgo (Rusia) para el Día de Agradecimiento 2019. ¿Estaba nerviosa?

Por supuesto que estaba nerviosa. Es una tarea con mucha responsabilidad. El coro fue formado para ese Servicio Divino. Además de los hermanos de San Petersburgo, también estaban en el coro hermanos y hermanas de Vorónezh, Moscú, Kaluga y otras ciudades.

Desde su residencia en Vorónezh hasta el Servicio Divino en San Petersburgo tuvo que viajar casi 1.250 kilómetros. ¿Esto ocurre a menudo?

No, no tan a menudo. Más común es recorrer el trayecto hasta Moscú, que es de 500 kilómetros.

¿Fue la primera vez que dirigió un coro nacional?

No, la primera vez que dirigí un coro nacional fue en el Día de la Iglesia Internacional que tuvo lugar en Múnich en 2014. En los años siguientes ese coro participó en varios eventos de la Iglesia en Rusia. En el Día de la Juventud Internacional de 2019 en Düsseldorf (Alemania) también conformó el aporte de la Iglesia Nueva Apostólica de Rusia.

Lo más importante es el sentimiento de unidad que surge cuando trabajamos juntos en la Obra de Dios con hermanos y hermanas de otras ciudades. ¡No estás solo! ¡Y eso es lo más importante!

El resultado exitoso no es, por cierto, una casualidad, ya que usted es una maestra de coro profesional. ¿Por qué se decidió por este camino profesional?

Mis padres son músicos. Esto probablemente influyó en la elección de mi carrera. De niña asistí a una escuela de música, luego, después de terminar la escuela profesional de música, estudié en la Academia de Artes en Vorónezh. Después de la graduación fui seleccionada para el puesto de maestra de coro en el teatro. Desde hace más de 25 años trabajo en el Teatro de Ópera y Ballet de Vorónezh, desde 2016 como maestra principal del coro.

Así que prepara el coro y dirige en las presentaciones. ¿Qué obras están en su repertorio?

Solo por nombrar algunos: La ópera “Iolanta” de Peter Tchaikovsky, “Don Giovanni” y “La flauta mágica” de Wolfgang Amadeus Mozart, “Blancanieves” y “La víspera de Navidad” de Nikolai Rimsky-Korsakov, “Pagliacci” de Ruggero Leoncavallo, las operetas “La viuda alegre” y “El conde de Luxemburgo” de Franz Lehár, “El murciélago” y “El barón gitano” de Johann Strauss y muchas otras.

Como profesional, ¿qué le parece el hecho de que la mayoría de los integrantes de nuestros coros son laicos?

Es normal que haya personas con diferentes niveles de educación musical en la Iglesia. Muchos ni siquiera conocen la notación musical. En la Iglesia, la educación y el estatus social no son importantes. Lo importante es el servicio que se realiza en nombre de Dios.

¿Hay diferencias en su enfoque de la dirección en el teatro y en la Iglesia?

No hay ninguna diferencia. En mi opinión, en todas partes debería haber un enfoque profesional del trabajo. Lo principal es que la gente te acepte, que entienda lo que quieres transmitirles. La comprensión de los gestos del director se desarrolla durante los ensayos.

¿Conoce la situación de que a alguien le guste mucho cantar, pero no necesariamente puede hacerlo? ¿Qué se podría hacer?

Aconsejo a esas personas que trabajen más en sí mismas y que aprendan a escuchar a los otros cuando cantan en conjunto. Y para escuchar qué y cómo cantan los demás, tienen que cantar suave ellos mismos. A menudo hablo del coro como un organismo. No debería haber “solistas” en el coro. La lucha por la armonía y la unidad es importante para un miembro del coro. Uno debería escuchar más y entonces todo se resolverá.

Usted participa en los comités de música de la Iglesia. ¿En cuáles exactamente?

Cuando es necesario, participo en esos grupos de trabajo. Me gusta hacerlo. Por ejemplo, participé en el grupo de trabajo para la compilación del himnario nuevoapostólico ruso. El trabajo duró varios años. El grupo que trabajó con el Apóstol Sergey Bastrikov estaba formado por seis personas. Trabajamos intensamente con la Biblia, discutimos y sopesamos las posibilidades de traducción de los textos de los himnos. Luego hicimos arreglos a la colección de cantos nosotros mismos. El trabajo fue tedioso pero muy excitante. Pienso en esa época con gran calidez de corazón. Además, por invitación del Apóstol de Distrito Wolfgang Nadolny, organicé seminarios para directores de coro en Kazajstán, en San Petersburgo y en Moscú.

¿Cuáles fueron sus experiencias especiales gracias a su tarea como dirigente de coro de la Iglesia?

Hay muchas experiencias de este tipo. Gracias a mi trabajo en el coro, puedo estar presente en los Servicios Divinos con el Apóstol Mayor. Gracias al trabajo del coro conocí gente maravillosa en nuestra Iglesia en Rusia y en el extranjero. Uno de los más bellos recuerdos es la participación en el Día de la Iglesia Internacional de Múnich. Me pareció que toda la ciudad estaba llena de hermanos y hermanas. Fue un maravilloso sentimiento de comunión. Esa fue también la primera vez que nuestro coro nacional actuó y representó a Rusia. Todos estaban muy emocionados, el programa del concierto fue variado: canciones populares rusas, bailes, cantos de la Iglesia. El trabajo preparatorio fue complicado y laborioso. Pero todo lo que hicimos fue para gloria de Dios, ¡y tuvimos éxito!

¿Y qué pasa si las cosas no salen según lo planeado? ¿Qué le ayuda en esos momentos?

En la vida no siempre todo sale bien y fácil. Pero en tiempos difíciles, la fe en nuestro Señor me ayuda. Siempre servirá de apoyo y ayuda, de consuelo y guía.

La entrevista fue publicada antes en la revista “Unsere Familie”, edición 1/2020.

agosto 1, 2020

Autor: Dinara Ganzer

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