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SOS: La asistencia espiritual es tan diferente como el hombre que la necesita

marzo 24, 2020

Autor: Peter Johanning

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El cuerpo necesita cuidados, el alma también. La imagen del hombre dual es habitual en todas las Iglesias. Un Pastor predica y ofrece asistencia espiritual al mismo tiempo. Y esto tiene su justificación. Una visión general de la asistencia espiritual

¿Qué nos hace recordar el secreto de confesión, el deber de confidencialidad, la orientación espiritual en las crisis de la vida? Bien, a una conversación de asistencia espiritual. Esta debe alentar, crear confianza, garantizar la seguridad, transmitir fuerza, y todo ello en la mejor combinación posible. Lo importante en todo ello es que la orientación espiritual comienza mucho antes, es decir, antes de cada conversación de asistencia espiritual, y está destinada a todos los miembros de la comunidad, ya estén contentos o tristes, felices o abatidos. La asistencia espiritual encuentra su equilibrio en la forma manifestada por Jesucristo. Oía, ayudaba, consolaba, aconsejaba, exhortaba, fortalecía, oraba, enseñaba, sin acepción de personas. Y el Catecismo de la Iglesia Nueva Apostólica enseña lo mismo: Jesús es el ejemplo perfecto de asistencia espiritual; casa asistente espiritual se debe orientar en Él (Catecismo INA 12.4).

Consejos de asistencia espiritual

En la Biblia se pueden encontrar pequeños consejos de asistencia espiritual y también aquellos más completos. La imagen del buen pastor es un ejemplo obligado: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas […] Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:11 y 27-28). Esto contiene estímulo, consuelo, aliento, exhortación, acompañamiento, todo lo que se debe encontrar en la práctica de la asistencia espiritual.

Pero, por supuesto, el asistencia espiritual es también una tarea para toda la comunidad y, por lo tanto, para el individuo. Porque uno no debe estar para todos, sino todos para uno. La ayuda práctica en la vida es un ofrecimiento importante de la comunidad: “Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí”, dice el Señor según Mateo (Mateo 25:35-36).

Espiritual y físicamente

Por lo tanto, la asistencia espiritual se aplica de dos maneras: Por un lado, es la ayuda para estar mejor espiritualmente en el camino de Dios y, por otro lado, es el apoyo en las situaciones de la vida cotidiana. En este contexto, la asistencia espiritual en las comunidades y familias nuevoapostólicas es de gran importancia. “A todo cristiano nuevoapostólico le es ofrecida asistencia espiritual personal”, dice el Catecismo. Y continúa: “Lo primordial al asistir a los hermanos en la fe son los esfuerzos para profundizar el amor a Dios y su Obra, el fomentar la vida en la fe e intensificar el reconocimiento del obrar salvífico de Dios. Esto se realiza principalmente mediante un intercambio de pensamientos sobre temas relacionados con la fe”.

Hasta qué punto los creyentes aceptan el consejo de asistencia espiritual de su Pastor, queda bajo la decisión de cada uno. Debe ser respetada y estimulada la responsabilidad personal que incumbe al individuo. Una buena relación de confianza entre el asistente espiritual y el creyente es ciertamente necesaria. Y, obviamente, las visitas de asistencia espiritual no se realizan en contra de la voluntad de los hermanos en la fe.

Serie con consejos

La asistencia espiritual, por cierto, debe adaptarse a ciertas condiciones básicas: Me acerco a una persona enferma de manera diferente a una sana, los jóvenes necesitan una atención diferente a la de los ancianos y las familias con niños tienen problemas diferentes a aquellos que viven solos. La asistencia espiritual es, por lo tanto, compleja e individual. Muchas Iglesias regionales nuevoapostólicas ofrecen una asistencia espiritual específica para cada nivel: para personas discapacitadas, para personas en prisión o para adictos. Informaremos sobre este y muchos otros aspectos secundarios en detalle en una nueva serie, nuestra “serie de asistencia espiritual”.

Foto: shocky – stock.adobe.com

marzo 24, 2020

Autor: Peter Johanning

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