Una activista de derechos de la mujer como invitada de honor y un anfitrión que se presenta con nuevo nombre. En la apertura de una clínica de la Iglesia Nueva Apostólica en Zambia hubo algunas peculiaridades.
Una sala de urgencias, una sala de partos y otras cosas más ofrece el centro de salud que abrió recientemente la Iglesia Nueva Apostólica en Zambia en la región central de Mkushi. La Graceland Chisanga Mission sirve como así llamado centro de excelencia no sólo en la atención de la salud, sino que también trabaja principalmente en los ámbitos de la evangelización, el trabajo comunitario y la obtención del sustento para vivir.
La festiva apertura de la clínica estuvo a cargo de la Vicepresidenta de Zambia, Inonge Wina. La mandataria que hoy tiene 74 años de edad se involucró ya en los años 1970 como activista de derechos de la mujer, en 2001 cambió a la política y ya varias veces fue ministra. En ocasión de la inauguración de la misión, agradeció a la Iglesia por su extraordinario compromiso caritativo.
De la fundación Henwood a NACRO
La reivindicación de la mujer está entre los objetivos que enarbola el anfitrión: la organización de ayuda humanitaria de la Iglesia Nueva Apostólica de Zambia o en inglés «New Apostolic Church Relief Organisation», abreviado NACRO. Hasta hace poco la obra de ayuda todavía fimaba como «Henwood Foundation». Este nombre proviene del padre fundador de la Iglesia Nueva Apostólica en Zambia, el Apóstol George Mkandawire Henwood.
Esta denominación, sin embargo, ya no resultaba de ayuda. Especialmente al promocionar donaciones y espónsores faltaba una identificación directa con la Iglesia. Por eso la Dirección de la Iglesia decidió ya en mayo de 2014 cambiar el nombre de la obra caritativa.
Objetivos, campos de trabajo y socios
Justicia social y económica, libertad de pensamiento y comunidades autárquicas; esto define NACRO en su plan estratégico como visión. Para poner todo esto en práctica en el área de Apóstol de Distrito Zambia, Zimbabwe y Malawi, la obra caritativa se compromete en muchos campos: agricultura sustentable, salud y formación, provisión de agua y saneamiento de aguas residuales, alimentación, reivindicación de la mujer, cuidados domésticos y prevención del SIDA.
A tal efecto, NACRO trabaja junto con varios socios: entre ellos la Iglesia Nueva Apostólica Internacional, el área del Apóstol de Distrito Charles Ndandula y la obra caritativa de Alemania NAK-karitativ. También existen cooperaciones por ejemplo con el programa de desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP) y con «The United States President’s Emergency Plan for Aids Relief» (PEPFAR).
Consejos de asesoramiento en todos los niveles
En cuanto a la organización, NACRO –en forma similar a la organización predecesora– apuesta a un concepto de asesores técnicos: desde las comisiones satélites al nivel del distrito de la Iglesia pasando por los consejos de asesoramiento regionales y comités nacionales hasta la asamblea plenaria formada por ellos.
En la cumbre está el consejo administrativo, cuyos nueve miembros fueron nombrados por el Apóstol de Distrito de acuerdo con los Apóstoles de su área de actividad. Mientras se toman aquí las decisiones estratégicas, la gestión ordinaria es realizada por el así llamado secretariado: el director comercial es apoyado por un responsable del programa y un responsable de las finanzas, así como los responsables de los países de Malawi y Zimbabwe.
Ejemplos de la práctica
Qué trabajo se efectúa de esta manera localmente, lo demuestra el informe anual 2014, el cual todavía se desarrolla bajo el nombre de la fundación Henwood. En el área de la formación, la obra caritativa brindó apoyo en el año del ejercicio a más de 2.000 alumnos de escuela primaria, 114 estudiantes, así como a 1.700 huérfanos por el SIDA. Se le agregan inversiones en edificios escolares de la Iglesia y estatales.
Otro punto central fue el financiamiento para impulsar proyectos concernientes a ayudar a personas que viven en zonas rurales a independizarse económicamente. Surgieron así entre otros, emprendimientos comunitarios para la cría de aves, cerdos y cabras, para la plantación de verdura y la producción de embutidos. El ofrecimiento está dirigido ante todo a mujeres que necesitan luchar por el sustento para su familia.