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Todo exactamente igual, pero completamente diferente

05 02 2025

Autor: Andreas Rother

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¿Hasta cuándo? Así suena el suspiro de las personas que experimentan o se compadecen de grandes dificultades. La respuesta viene del propio Jesucristo.

“Cada semana recibimos noticias de acontecimientos muy malos”, dijo el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider el 22 de diciembre de 2024 en Stuttgart (Alemania). Quien tiene el corazón y el oído abiertos no puede decir simplemente: “Bueno, así son las cosas”. Sino: “De vez en cuando le digo a Dios: ¿Hasta cuándo? ¿Cuánto tiempo más debe soportar esto la humanidad?”.

La respuesta de Cristo es: “He aquí yo vengo pronto”. El máximo dirigente de la Iglesia se refirió al último libro de la Biblia y puso Apocalipsis 22:16 en el centro del Servicio Divino: “Yo Jesús he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana”.

La espera de la venida

Con ello, Jesús se anuncia como el Mesías prometido que viene a traer la justicia y la rectitud. “Todo lo que fue dicho sobre Jesús se ha cumplido. Todo hasta el último detalle, pero muy, muy diferente a lo que los seres humanos habían imaginado”.

En el Antiguo Testamento, se esperaba que el Mesías fuera un rey poderoso que destruyera a los enemigos del pueblo. “¿Y qué hizo Jesús?”. Sin embargo, Jesús era humilde, curaba a las personas y predicaba el perdón en lugar del castigo. Por eso los judíos se sintieron decepcionados: “Esto no es lo que imaginábamos. Pensábamos que volvería a convertir a Israel en una gran nación”.

La espera del retorno

¿Y hoy? La promesa “Yo vengo pronto” ya tiene 2.000 años. “Y los seres humanos estuvieron esperando. Y no llegó nada. Muchos se han preguntado desde entonces si el retorno es quizá solo simbólico o si se producirá realmente”.

Para el Apóstol Mayor, una cosa está clara: el retorno de Cristo es real. “Sucederá exactamente como Él dijo que sucedería, pero de una manera completamente diferente a la que imaginamos”. No vale la pena que las personas pierdan el tiempo especulando sobre cuándo, dónde y cómo.

“No vendrá para castigar a los pecadores”. Más bien, “Él continuará con su plan porque su objetivo es ayudar a todos los seres humanos y dar a todos la oportunidad de acercarse a Él y alcanzar la salvación”.

La respuesta a la respuesta

El creyente responde a esto: “¡Ven, Señor Jesús!”. Y esta respuesta se expresa luego en la actitud correspondiente:

  • Fe en Jesucristo: “Yo creo en tu palabra. Cumplirás tu promesa”.
  • Referencia personal: “Intervendrás en mi existencia, comoquiera que intervengas, en este mundo o en el más allá”.
  • Humildad: “No puedo entenderlo, tengo mil preguntas y ni siquiera una respuesta”. Pero, “lo acepto. Confío en ti”.
  • Preparación: “Quiero llegar a ser lo que tú quieres que sea”.
  • Paciencia: “Esperaré hasta que vengas otra vez. No te pido que lo hagas todo ahora mismo”.
  • Misericordia: “Estoy de acuerdo en que no vienes a castigar a los pecadores, sino a desplegar otra etapa de tu plan de salvación para que todos los seres humanos puedan alcanzar la salvación”.

Para todos los seres humanos

“Este es nuestro mensaje para hoy”, resumió el Apóstol Mayor: El Señor Jesús dice: “Yo vengo pronto. Vengo como el Hijo de David para vencer a los enemigos, para salvar a los fieles, para apacentarlos, para remediar todas sus carencias, para establecer la justicia y la rectitud”.

Y eso es exactamente lo que sucederá: “Ciertamente no de la manera que imaginas, pero vendrá”.

Y los creyentes dijeron: “Sí, Señor, creo en ello. Esto me concierne. Tú intervendrás en mi existencia. Me estoy preparando para ello y soy paciente. Esperaré hasta que vengas. Y, por favor, hazlo no solo por mí, sino por todos los seres humanos”. 

Fotos: Nico Eberle / Kurt Entenmann

05 02 2025

Autor: Andreas Rother

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