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“Todo salió siempre del corazón”

enero 24, 2022

Autor: Peter Johanning

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El Apóstol de Distrito Pablo Alfredo Bianchi, de Argentina, habría cumplido 100 años este 24 de enero. Desde la primera vez que pisó una comunidad nuevoapostólica, el dirigente pensó de él como un “regalo del cielo”.

“Estas cinco almas nos han sido enviadas del cielo”, dijo el dirigente de Boca cuando Pablo Alfredo Bianchi, de 19 años, cruzó la puerta de la iglesia con su prometida, su madre y sus dos hermanas. Esto ocurrió el 1° de enero de 1943, cuando la comunidad de Boca estaba aún en su fase fundacional. En ese momento, nadie tenía aún idea de lo que Dios tenía pensado para este joven.

Elogiado como un siervo cariñoso

Pablo Bianchi y su prometida no tardaron en sentirse como en casa en la comunidad. Fueron adoptados y sellados poco después de su llegada. Ya en septiembre del año siguiente, recibió el ministerio de Diácono en la joven comunidad. En 1946 se convirtió en Pastor y a comienzos de 1947 servía como dirigente de Boca. Según relatan las crónicas de la comunidad, era un siervo muy sensible y cariñoso. Durante más de diez años, cuidó a todas y a cada una de las almas, ayudó a muchas personas y compartió con ellos sus alegrías y lágrimas. En junio de 1957, fue ordenado Anciano de Distrito y, por lo tanto, se le encomendaron otras tareas—pero siempre que volvía de visita a Boca, los miembros de la comunidad aún se referían a él como su Pastor, como si se hubiese detenido el tiempo. Todos guardan lindos recuerdos de su participación pastoral en la vida de sus hermanos.

En diciembre de 1957, el Apóstol de Distrito Aureliano Andrés César Martón lo ordenó como Obispo—por pedido del entonces Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischof, dijeron. Esto lo convirtió en el asistente ideal para el Apóstol. Generaciones enteras de niños recibieron la bendición de la Confirmación de sus manos, incluidos algunos portadores de ministerio y Apóstoles posteriores.

Atesorado como Apóstol

Siempre parecía ser que en el mes de junio ocurrían cosas interesantes en la vida de Pablo Alfredo Bianchi. En junio de 1966, fue llamado a Zúrich, donde el Apóstol Mayor Walter Schmidt lo ordenó como Apóstol y desde ese momento sirvió como un apoyo activo en todas las decisiones tomadas por su Apóstol de Distrito, a quien admiraba.

La Iglesia Nueva Apostólica en Sud América había crecido enormemente entretanto. Muchos creyentes se sumaron a las comunidades en crecimiento y se establecieron varias nuevas. Tal como confirman las crónicas, el suave activismo del Apóstol Bianchi, su amor desbordante y su profundo celo resultaron ser un gran atractivo para muchos.

Una muerte lo cambia todo

Las cosas podrían haber seguido así para siempre, pero luego llegó el momento en el que el Apóstol debió separarse de su Apóstol de Distrito: El Apóstol de Distrito Martón falleció el 5 de diciembre de 1977. Rodeado de miles de miembros de luto, el Apóstol Bianchi condujo el Servicio Divino de duelo del Apóstol de Distrito en la iglesia central de Buenos Aires, en la Avenida Caseros. Y a este acontecimiento le siguió su ordenación en el ministerio de Apóstol de Distrito: el 11 de diciembre de 1977 en Schaffhausen, Suiza, el Apóstol Mayor Ernst Streckeisen le confió la dirección del área de Apóstol de Distrito de Argentina—una tarea que desarrollaría con sus características y cualidades extraordinarias por los siguientes quince años.

En ese mismo Servicio Divino, el Apóstol Mayor ordenó como Apóstol al entonces Anciano de Distrito Mario Fiore—lo que también resultó ser un paso sabio en el futuro.

Una vida de compromiso y dedicación

Pablo Alfredo Bianchi sirvió en diversas funciones ministeriales durante un total de 48 años, 26 de ellos en el ministerio de Apóstol y quince como Apóstol de Distrito. Pero llegó el momento en el que incluso él debió pasar a descanso. El 12 de abril de 1992, el Apóstol de Distrito fue desligado digna y honorablemente de su ministerio en un Servicio Divino conducido por el Apóstol Mayor Richard Fehr. Este último lo describió como “un Apóstol con siete corazones, porque todo siempre salía del corazón”.

En 1995, el Apóstol de Distrito en descanso Bianchi y su esposa celebraron su aniversario de bodas de oro. El Apóstol de Distrito Mario Fiore impartió la bendición en esta ocasión y destacó que la hermana María Bianchi siempre había sido un gran apoyo durante todos los años de actividad ministerial de su esposo. La describió como un pilar de amor. Entre otras cosas, el Apóstol de Distrito dijo lo siguiente sobre su vida matrimonial: “Como un virtuoso que—para asombro de sus oyentes—como por arte de magia saca una melodía limpia de un instrumento muy desafinado, simplemente dejando fuera las cuerdas mal afinadas, así tú también supiste sacar lo mejor de todo”.

Pablo Alfredo Bianchi falleció en la madrugada del 9 de julio de 1999. En su obituario, el Apóstol Mayor Fehr escribió: “Cuando todas las lágrimas se conviertan un día en perlas, Pablo Bianchi llevará un vestido de perlas”.

enero 24, 2022

Autor: Peter Johanning

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