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Un peso pesado de la fe

junio 3, 2015

Autor: Andreas Rother

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Un hombre con un perfil claro. No sólo por su estatura, su voz y su presencia era una personalidad destacada, sino ante todo por su actitud interior. Hoy el Apóstol de Distrito Klaus Saur (Alemania del Sur) hubiese cumplido 75 años.

Nacido en Engen, distrito de Constanza, Alemania, como el primero de tres hijos creció en un hogar católico creyente. Con agradecimiento recordaba la época de su vida en la que su madre colocó en él el fundamento de la fe cristiana. Pero en la Iglesia Católica no se sintió nunca como en casa. Esto lo encontró cuando por medio de su tío conoció la Iglesia Nueva Apostólica.

Con la mirada fija en sus ejemplos

Un año y medio después de su Sellamiento en el año 1961 Klaus Saur fue ordenado como Subdiácono. Ya tenía atrás una prueba de fe: el fallecimiento del Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff y por lo tanto, el no cumplimiento de su mensaje de que Jesús vendría otra vez en el tiempo de su vida. «Esto primero me estremeció profundamente», dijo una vez en una entrevista. Pero después me propuse, ahora harás exactamente lo que hace tu Apóstol de Distrito Hahn. Y entonces la lucha para mí terminó».

Esta orientación inflexible en sus ejemplos fue lo que también caracterizó a Klaus Saur en los años posteriores. Después de servir en los ministerios de Pastor, Evangelista de Comunidad y Evangelista de Distrito, fue instituido como Obispo en 1979. Entonces el comerciante con estudios en el ramo de la industria, que entretanto era jefe de personal de una empresa en Waldshut con alrededor de 1.500 empleados, dejó su profesión para dedicarse por completo al servicio en la Iglesia.

Autoridad y contrapeso

Cuando Klaus Saur fue ordenado en 1981 como Apóstol y al mismo tiempo le fue confiada la atención del distrito Baden, era el más joven en el círculo de quienes tenían a su cargo la Dirección de la Iglesia. Mientras que al principio se orientó en la experiencia de largos años de sus colegas en el ministerio, fue ganando más importancia él mismo por su experiencia cada vez mayor hasta que después de 25 años fue uno de los Apóstoles de Distrito que más años estuvo activo en ese ministerio.

«Fue un polo de estabilidad. Antes bien incluso un elemento conservador. Pero esto también era necesario», describió una vez el Apóstol Mayor Richard Fehr el rol del Apóstol de Distrito Saur. «Era un contrapeso para aquellos que eran progresivos. En el círculo de los Apóstoles de Distrito era una autoridad, era reconocido y apreciado».

Desafíos y acentos

Como montañas se elevaba según sus propias palabras, cuando el encargo ministerial lo confrontaba con nuevos desafíos y él se ponía a trabajar con gran confianza en Dios. Y desafíos hubo unos cuantos. Por ejemplo en 1984, cuando el Apóstol de Distrito Saur se hizo cargo de la conducción de la Iglesia regional Hesse/Renania-Palatinado/Sarre, en la fase muy difícil de altercados con representantes de la futura Comunidad Apostólica Wiesbaden. Pero él supo convencer a los siervos y hermanos y darle una nueva orientación a la Iglesia regional.

Un desafío especial se le presentó con el año 1995. Entonces Klaus Saur se hizo cargo de la conducción de la nueva Iglesia regional Alemania del Sur, en la que se unieron los distritos de Baden, Wurtemberg y Baviera, junto con la atención de 30 países en África, Europa del Sudeste y en la región del Golfo. En todas partes el Apóstol de Distrito puso innumerables acentos, ya sea en la organización de las relaciones públicas en Hesse, la fundación de la «obra misionera» de caridad y el instituto de formación «Forum Fasanenhof» en Alemania del Sur o la construcción de la primera iglesia central en África negra.

Consciente de su envío y dinámico

Si se observan los 45 años de su actividad ministerial, uno se asombra por el fabuloso trabajo realizado», resumió el Apóstol Mayor Wilhelm Leber en ocasión del pase a descanso del Apóstol de Distrito Saur en el año 2006: «Tan destacada como su presencia exterior fue su actitud: derecho, consecuente, profundamente consciente de su envío, estrechamente vinculado con sus bendecidores, entregado con amor fraternal a los hermanos y hermanas, unido al Señor en fidelidad y humildad».

Klaus Saur falleció en julio de 2014 en forma completamente inesperada. En ocasión de la ceremonia de su funeral, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider mencionó una expresión de un colega en el ministerio: «Sus acciones hablaban más fuerte que sus palabras».

junio 3, 2015

Autor: Andreas Rother

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