Un rayo de esperanza en medio del mar

Un hogar infantil en una isla del océano Índico tiene como objetivo crear perspectivas de futuro para las niñas.

Más de 1.200 millones de personas viven en la India y casi el 30 por ciento de ellas son niños menores de 14 años. La mayoría crecen en la pobreza y tienen pocas oportunidades de lograr una vida mejor por sus propios medios. Esto es especialmente difícil para las niñas, que en muchos lugares de la India son menos valoradas que los varones.

Hogar infantil en la isla

El séptimo país más grande del mundo en superficie incluye las Andamán, un grupo de más de 200 islas al este de la India, en el golfo de Bengala. Sus habitantes son considerados muy creyentes, la mayoría son hindúes. Pero también hay cristianos y musulmanes, y muchos miembros de otras religiones. Hay más de 400 confesiones y religiones representadas. En Port Blair, la capital de las Andamán, con unos 100.000 habitantes, hay dos comunidades nuevoapostólicas: Garacharma y Dairy Farm.

El hogar infantil Needy Home (traducido libremente: hogar para los necesitados) en Garacharma se construyó en 1995. La financiación corre a cargo de NAK-karitativ, en estrecha colaboración con la organización humanitaria de la Iglesia Nueva Apostólica en la India, la National Organization of the New Apostolic Church India (NONACI). Las niñas que viven allí actualmente no son nuevoapostólicas. Sin embargo, quienes lo deseen pueden participar en los Servicios Divinos y otras actividades de la comunidad en Garacharma.

Un ofrecimiento que también es aceptado. Hasta el comienzo de la pandemia del coronavirus, el hogar ofrecía durante el año escolar un hogar a hasta 30 niños y, en cooperación con la escuela vecina, también una sólida educación escolar. Desde que el gobierno indio promulgó una nueva ley que prohíbe al hogar infantil alojar a niñas y niños bajo el mismo techo, los responsables han decidido alojar solo a niñas en el hogar, ya que ellas necesitan más apoyo que los niños.

Un punto de inflexión debido al coronavirus

Debido a la pandemia del coronavirus, los niños tuvieron que abandonar el hogar en 2020 y volver con sus padres. En junio de 2021, el hogar volvió a abrir sus puertas. Desde entonces, solo unas pocas niñas viven en el Needy Home. Sin embargo, en los últimos dos años, el hogar volvió a cerrar porque necesitaba una renovación profunda.

Lea König, coordinadora del proyecto en NAK-karitativ, confía en que ahora volverán a vivir más niñas en el hogar infantil. Para reactivar el hogar, “ahora será incluido en las listas oficiales”, afirma Lea König. “Se intensificará la publicidad y las relaciones públicas para garantizar que el próximo año se puedan recibir más niñas”.

Una oportunidad para las niñas

Diyani pasó varios años de su infancia en el Needy Home. Hoy tiene una licenciatura, está casada y tiene un hijo. Esta mujer de 40 años trabaja como conserje en el hogar infantil, ayuda en la oficina y enseña a las niñas a hacer las tareas domésticas. Los domingos, la Diaconisa asiste al Servicio Divino de la comunidad Garacharma junto con niñas del hogar. El hogar le ha dado la oportunidad de tener una buena vida y ella la ha aprovechado.

Lea König desea que muchas más niñas puedan tener una oportunidad en el mercado laboral y en la vida gracias a la escolarización y la finalización de los estudios. “El objetivo es dar a las niñas un hogar que les ayude en su desarrollo escolar y profesional”, afirma. Las niñas asisten a clases en la escuela pública. Allí, las clases masificadas y los maestros sobrecargados son la norma, por lo que los responsables del hogar infantil han contratado a maestros particulares que repasan con las niñas el temario. El hogar infantil también ofrece a las niñas la oportunidad de vivir en un entorno seguro hasta que terminen la escuela, algo que no siempre sería posible en sus familias.

Pero incluso con una sólida educación escolar, las niñas de las zonas rurales de la India no lo tienen fácil para lograr forjarse una buena vida. Por eso, además de ayudarlas con sus resultados escolares, en Needy Home también se les enseñan habilidades sociales y manuales, como coser o carpintería. Esto puede ayudarlas a tomar las riendas de su vida y a forjarla como corresponde, como ha hecho Diyani.