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Un viaje en el tiempo por el Pacífico Sur

septiembre 12, 2019

Autor: Andreas Rother

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Dos Servicios Divinos, el mismo día y a la misma hora en diferentes lugares. Para ello el Apóstol Mayor no se tiene que dividir, sino solo viajar hacia atrás en el tiempo. Algo muy normal para los portadores de ministerio del Pacífico Sur.

Samoa, Samoa Americana, Fiyi y Nueva Zelanda son las estaciones del viaje que tiene por delante Jean-Luc Schneider al distrito «Pacífico Oeste», el área de actividad del Apóstol de Distrito Peter Schulte. Además de los Servicios Divinos del 14 al 22 de septiembre de 2019 también habrá encuentros con la juventud, eventos musicales y un panel de conversación. Pero además de eso, el tour también aporta singularidades y desafíos.

Despegar hoy, aterrizar ayer

Domingo 15 de septiembre de 2019, 10 horas: El Apóstol Mayor oficia un Servicio Divino en Apia (Samoa). – Domingo 15 de septiembre de 2019, 10 horas: El Apóstol Mayor oficia un Servicio Divino en Pago Pago (Samoa Americana). – Entre ambos tiene un vuelo de 30 minutos que sale el 15 de septiembre y llega el 14 de septiembre.

La culpa de esta confusión la tiene la línea de cambio de fecha: La tierra está dividida en 24 husos horarios. Partiendo de la franja que pasa por Gran Bretaña, los relojes hacia el este se van adelantando y los relojes hacia el oeste se van atrasando. Del otro lado del globo terráqueo, en medio del Pacífico, los husos horarios se chocan con 24 horas de diferencia, un día de calendario completo.

Para Peter Eves esto es algo normal de todos los días. El Anciano de Distrito muchas veces oficia el sábado una reunión de siervos y el domingo un Servicio Divino en Samoa y después el sábado una reunión de siervos y el domingo un Servicio Divino en Samoa Americana. Su área de actividad comprende diez comunidades con unos 1.200 miembros.

Con la impronta de la música y la sociabilidad

«La música es una parte muy importante de la cultura samoana», explica el Apóstol de Distrito e.d. Andrew Andersen, quien apoya a su sucesor en los preparativos. «El talento musical que hay en las comunidades es enorme. Un ensayo de coro normal podría confundirse fácilmente con la presentación de un concierto». La sociabilidad también es extremadamente importante en la cultura polinesia, sonríe el siervo ya retirado del servicio activo: «Las fiestas regulares en la comunidad son totalmente inapropiadas para alguien que está haciendo una dieta».

Lo típico para ambos archipiélagos –tanto para el estado autónomo del oeste como también para el territorio no incorporado de los Estados Unidos de América en el este– es la impronta cristiana: Más del 98 por ciento son cristianos que, además, viven su fe, como destaca el Apóstol de Distrito Andersen. Los domingos las iglesias están tan llenas que la vida pública incluyendo el tráfico de ómnibuses casi colapsan.

Religiones y culturas en armonía

Un poco distinto es en Fiyi. La población en las 332 islas de Fiyi está formada por casi un 60 por ciento de etnias melanesias y casi un 40 por ciento de hindúes, que viven allí en su mayoría en la cuarta o quinta generación. De manera tal, los cristianos representan alrededor de los dos tercios y los hindúes un tercio de la población. La convivencia de las culturas y las religiones funciona en paz y armonía, explica Andrew Andersen.

Aquí la Iglesia Nueva Apostólica cuenta con más de 1900 miembros en 17 comunidades, principalmente en zonas rurales, pero dentro de ambos grupos poblacionales. «El amor a la música es una forma de vida también para los fiyianos melanesios», relata el Apóstol de Distrito en descanso. «Cuentan con enormes talentos musicales. Y la música ocupa un lugar muy prominente en la vida de la comunidad. Los adultos y los niños participan por igual en los coros».

Ceremonias con advertencia

La última estación es Christchurch en Nueva Zelanda, donde el Apóstol Mayor oficia un Servicio Divino central que será transmitido a todo el país y a Australia. Pero antes debe realizar en los demás estados insulares una ceremonia que puede resultar peligrosa. No, no se trata del famoso saludo con el «lei», cuando al huésped se le cuelga del cuello una guirnalda de flores. «Lo que habría que tener en cuenta aquí, a lo sumo, es no ponerse la mejor camisa blanca».

El Apóstol de Distrito Andersen piensa antes que nada en la ceremonia del kava. «Si el Apóstol Mayor no la conociese lo tendría que advertir». En esta ceremonia el huésped de honor recibe una bebida preparada ritualmente con la raíz del kava, cuyo gusto es similar a la pimienta y deja un cierto entumecimiento en la boca. «No conozco a ningún europeo al que realmente le haya gustado». Pero, » aquí esto es un gran honor».

septiembre 12, 2019

Autor: Andreas Rother

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