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Una comida que es impagable

diciembre 13, 2017

Autor: Andreas Rother

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Es una de las catástrofes humanitarias más grandes de estos días, pero para la mayoría de los medios no merece una noticia: En Sudán del Sur una hambruna amenaza a millones de personas. Cómo las obras caritativas nuevoapostólicas brindan su aporte para paliar la necesidad.

Mark Lowcock estimó en millones la necesidad que implica la situación en Sudán del Sur. Así se lo explicó el coordinador de emergencias de las Naciones Unidas el 7 de diciembre de 2017 al Consejo de Seguridad. Siete millones de personas, casi las dos terceras partes de la población, dependen de la ayuda humanitaria. 1,25 millones están próximas a necesitarla y ya están pasando hambre. Esta noticia encuentra su eco en la prensa -si lo tiene- sólo en informes muy breves.

«La imagen del niño hambriento con una lágrima en el ojo y una mosca sobre la frente hace mucho que desapareció de los medios. En Sudán del Sur esta imagen nuevamente se está volviendo realidad». Así describía hace pocos días la situación la última publicación de NAK-karitativ. «¡Millones de niños están amenazados por el hambre! La escasez de alimentos y los horrendos precios producen desesperación en las madres, que no logran alimentar a sus hijos». Ahora la obra caritativa nuevoapostólica planea distribuir alimentos diariamente en colegios.

Primero el estómago, después la cabeza

De 2008 a 2012 NAK-karitativ junto con las Iglesias regionales Baja Sajonia (Alemania) y Sudán del Sur construyeron en la capital Yuba etapa por etapa un jardín de infantes y una escuela primaria. Le siguió una planta depuradora de agua para abastecer a la escuela y el jardín de infantes, así como a una estación médica. La construcción de una escuela secundaria será finalizada en 2018.

Además de esto, finalmente hubo que prestar mucha más ayuda básica: en 2016 y 2017 una acción comunitaria con la Obra Misionera de la Iglesia Nueva Apostólica Alemania del Sur volvió a distribuir paquetes con alimentos a las familias de alrededor de 800 alumnos. Alimentos escolares no regulares ayudaron a pasar por la necesidad más grande.

Alimentos en la escuela como ayuda de emergencia

«Estas ayudas ad hoc ya no son suficientes en la situación actual», acentúa NAK-karitativ, pues muchas familias ni siquiera se pueden dar el lujo de una comida por día. Ya que sólo un almuerzo costaría tanto en comparación, como si un americano tuviese que pagar por esos alimentos más de 300 dólares.

Por eso allí de ahora en más se implementará en la escuela la alimentación diaria para los 805 niños y 20 maestros. Sobre esta base, bajo la palabra clave «ayuda de emergencia para niños» fue creado un nuevo proyecto de donaciones. Según la organización caritativa alcanzan doce euros para alimentar a un niño durante un mes.

Interconectados en marcha

Además de NAK-karitativ, otras obras caritativas nuevoapostólicas están comprometidas en la lucha contra el hambre en esa región. Así, la Obra Misionera de Alemania del Sur no sólo apoyó el proyecto de la escuela, sino también la «Action contre la Faim» («Acción contra el Hambre»), que con sus recursos de ayuda está presente, entre otros lugares, también Sudán del Sur.

Y NAK-Humanitas de Suiza ofreció su colaboración al trabajo de los «Médecins sans Frontières» («Médicos sin Fronteras») en Dadaab (Kenia). Allí se encuentra el campamento de refugiados más grande del mundo, en el que viven ante todo refugiados de Somalía y Sudán del Sur.

diciembre 13, 2017

Autor: Andreas Rother

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