No quedarse anclado en las tradiciones, sino vivir realmente la fe. Lo pidió el Apóstol Mayor y recientemente resumió en pocas palabras lo que esto implica.
El 1° de junio de 2025, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider celebró un Servicio Divino en Moscú, Rusia, con 242 participantes. Basó su prédica en el texto bíblico de Juan 20:30-31: “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.
“Tengamos una fe viva, no una fe tradicional”, exhortó el dirigente de la Iglesia. Una fe en el sentido de “ella determina nuestra vida”. Luego explicó en detalle en qué creen los cristianos nuevoapostólicos y cómo se manifiesta una fe que lo impregna todo.
Los elementos fundamentales de la fe
“La fe es la certeza de lo que no se ve”, citó el Apóstol Mayor y añadió: “Lo que Dios me dice es la verdad, aunque no lo pueda ver”.
Jesucristo: Aunque tenía el aspecto de un hombre común y fue tratado como un malhechor, era el Hijo de Dios. “Creemos que venció la muerte y el pecado, el mal, mediante su muerte y su resurrección”. El mal está tan presente hoy como entonces, pero “creemos que Jesús obtuvo la victoria. Y que siempre tendrá la última palabra”.
El Evangelio: “Creemos que Dios salva al alma que hace su voluntad y organiza su vida según sus enseñanzas”. A menudo parece que “el pecador tiene más éxito que el fiel”. Porque “quien respeta las leyes de Dios no siempre tiene éxito en la vida”. Sin embargo, el creyente está seguro: “Este es el camino correcto, esto es lo que hay que hacer para agradar a Dios”.
El retorno: Desde hace 2000 años se predica el retorno de Jesús y aún no ha venido. Sin embargo, “creemos en el retorno real de Jesucristo. Vendrá en persona, tal como lo prometió”.
El Espíritu Santo: Como Espíritu, no se lo puede ver, pero está allí. “Creemos que Jesucristo sigue obrando en el Espíritu Santo”.
Los Apóstoles y la Iglesia de Cristo: “Creemos que Jesucristo nos prepara para su retorno a través de sus Apóstoles. No puedo ver que Dios haya enviado a los Apóstoles. Pero lo creo”. Tampoco la Iglesia de Cristo, la comunión de todos los verdaderos creyentes, es visible. Sobre todo, porque la realidad vivida en las comunidades no siempre se corresponde con el Evangelio. Sin embargo, “creemos en el obrar de Dios en su Obra”.
Bautismo y Sellamiento: Aunque no se vea nada espectacular en los actos de bendición, “creemos firmemente que Dios mismo ha estado activo en los Sacramentos”.
La salvación y la gloria: Dios obra incansablemente por nuestra salvación. Aunque los creyentes no reciban todo lo que desean, Él se encarga de que reciban todo lo que es indispensable para su salvación. Cuando se habla de la gloria, rápidamente se llega al límite de la imaginación. “Creemos que la gloria será tan grande que ningún ser humano podrá recordar su vida terrenal”.
¿Qué es la fe viva?
“Nuestra fe nuevoapostólica debe determinar nuestra vida, nuestros pensamientos, nuestras palabras, pronunciadas o escritas, nuestras acciones, todo nuestro ser”, subrayó el Apóstol Mayor. Para tener una fe viva y verdadera se necesita:
- Obediencia, porque “la voluntad de Dios se ha convertido en nuestra voluntad”.
- Confianza, porque “¡Dios hace lo correcto! ¡Dios me ama! ¡Dios me cuida!”.
- Amor, porque entonces “ya no hago el bien por interés, para obtener alguna recompensa”.
- Fuerza, a pesar de todo el poder del mal no rendirse, sino decir: “¡No! ¡Perseveraré hasta el final! Dios hará exactamente lo que ha prometido”.
- Anhelo de la comunión con Dios en la Iglesia. Porque si “realmente creo en el obrar de Jesucristo, que actúa en su Obra, entonces anhelo escuchar su voz, tener comunión con Él, estar muy cerca de Él. Entonces es importante para mí hacer lo que es importante para Jesús. Él quiere que los suyos sean uno”.
“Hermanos, por favor, dedicad un poco de tiempo a reflexionar sobre esto: ¿En qué creo realmente como cristiano nuevoapostólico?”, apeló el Apóstol Mayor Schneider: “Y luego cada uno debe preguntarse: ¿Esta fe determina mis pensamientos, mis palabras, mis actos, mi ser?”. Porque: “Quien tiene una fe viva, será aceptado por Jesucristo en su retorno, por aquel que da la vida eterna”.








