Una mano que puso orden en tiempos difíciles

«Circunstancias difíciles», estas palabras se escuchan muchas veces cuando se habla de su trabajo. Lo concreto es: como joven Diácono cuando iba en camino hasta unos hermanos en la fe, fue golpeado por estudiantes de una manifestación que le querían quitar el auto. Esta experiencia durante los disturbios políticos ocurridos a mediados de los años 60 «me marcó la vida y disipó todo temor de mi corazón».

Circunstancias difíciles, esto todavía significaba en los años 90: edificios de iglesias requisados o devastados en medio de conflictos interreligiosos o iglesias que sucumbieron a las llamas en ataques incendiarios, como la comunidad Tasikmalaya, en la que Alfons Tansahtikno había servido como Pastor y dirigente en los años 70.

Darle una estructura a la Iglesia regional

El hecho de que el «Obispo estricto», como él mismo se llamaba, debía ser ordenado en julio de 1985 como el sucesor de su padre, sorprendió a los más jóvenes entre los siervos que dirigían entonces a la Iglesia, y además les dio bastante miedo. El Apóstol de Distrito Tan Bian Sing, más adelante conocido como Hendra Tansahsami, había vuelto a levantar la Iglesia Nueva Apostólica en Indonesia a partir de 1951, después de una gran escisión y le transfirió a su hijo 120 comunidades con 12.000 miembros.

Casi un cuarto de siglo después, la cantidad de comunidades se duplicó y sus miembros se multiplicaron por uno y medio. Ante todo, el Apóstol de Distrito Tansahtikno le dio una estructura a la Iglesia regional: por primera vez introdujo un libro de la Iglesia en todas las comunidades, construyó una administración de la Iglesia y oficinas regionales y edificó edificios de iglesias durables y sólidos. Se agregaron un nuevo himnario, la promoción de la música coral e instrumental, la introducción de jornadas de juventud nacionales así como la capacitación de portadores de ministerio y docentes.

Luchador consecuente

«El hombre correcto en el momento correcto en el lugar correcto», así caracteriza Urs Hebeisen a su antecesor en el ministerio de Apóstol de Distrito. «Conocía a su país, a su gente y sabía exactamente cómo había que posicionar a la Iglesia en la sociedad». Cuando Alfons Tansahtikno estaba convencido de algo, luchaba por ello con gran consecuencia, aunque lo tuviese que hacer solo. «Podía ser muy estricto, pero con él la Iglesia tuvo en tiempos difíciles a un dirigente muy confiable».

El Apóstol de Distrito Tansahtikno no pudo disfrutar plenamente su estado de descanso iniciado en enero de 2009. Falleció el domingo 18 de septiembre de 2016 por la madrugada a la edad de 72 años en el círculo de su familia. Su funeral, el miércoles, estuvo bajo el texto bíblico de 2 Corintios 4:16-18, que finaliza con: «pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas». De acuerdo a estas palabras, la familia cumplió el deseo del difunto de prescindir de una tumba y entregar sus cenizas al mar.