«Vencer con Cristo» fue la consigna de la Iglesia Nueva Apostólica para el año que pasó. ¿En qué quedó? Una retrospectiva a un Servicio Divino del Apóstol Mayor.
Dos idiomas, una comunión. Los participantes del Servicio Divino del 31 de diciembre en Biel (Suiza) provenían tanto de comunidades de habla francesa como de habla alemana. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider habló en francés, su prédica fue traducida en el altar frase por frase al idioma alemán.
Tiempo para un balance
El giro del año no tiene importancia alguna delante de Dios. Él no está sujeto al tiempo, acentúa el Apóstol Mayor. Pero al hombre esta ocasión le hace recordar que está sujeto a la temporalidad: Dios concede un determinado tiempo para prepararse para el retorno de Cristo.
A la luz de lo expuesto se brinda la oportunidad de hacer un balance sobre nuestro propio desarrollo en los últimos meses. Como parámetro para ello sirve el texto bíblico del Servicio Divino que fue tomado de 2 Timoteo 4:7: «He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe».
Tiempo para luchar
«Al comienzo del año nos hemos decidido a conseguir victorias con Cristo», dijo el Director de la Iglesia refiriéndose a la consigna del año. «Todo el año tuvimos que luchar contra el mal. Y seguramente estarán de acuerdo conmigo que hemos notado qué fuerte es el mal y qué eficaz es el pecado». Pero, «Jesús siempre nos volvió a fortalecer, a motivar y a enseñarnos a combatirlos. Cuando sucumbimos a la tentación, nos volvió a perdonar».
«A fines de este año todavía estamos convencidos de que estamos a favor del bien y en contra del mal», fue su conclusión, «incluso cuando el pecado podría hacer más agradable nuestra vida, seguimos luchando en contra del mal. Esta es una victoria que pudimos alcanzar gracias a la ayuda de Jesús».
Tiempo para orar
«Muchas veces el año 2016 nos mostró que el mundo necesita el Evangelio», dijo el Apóstol Mayor recordando a las víctimas de atentados y guerras. «Todos estos sucesos nos hicieron volver a reconocer la riqueza de la oración. Sabemos que podemos orar, ¡eso ayuda! Podemos hablar de Jesús y su amor. Este es el encargo que pudimos cumplir en este año».
Tiempo para servir
«Muchos hermanos en la fe este año se han puesto al servicio del Señor. Si hemos servido a Dios y a la Iglesia es porque estamos agradecidos a Jesús», deja claro. «Si hubiésemos colaborado por algún otro motivo, hubiésemos terminado de hacerlo en junio. Pero hemos servido por y para Jesús. Su bendición fue la alegría y la paz que pudimos vivir en muchas situaciones».
Tiempo para reflexionar
«Pablo dijo: He guardado la fe. Sabía que la fe es lo más importante y que es el acceso a la salvación», afirmó el Apóstol Mayor y apeló: «Es bueno si a veces examinamos dónde estamos parados con nuestra fe. Nos sirven para ello los diez artículos de la Confesión de fe. ¿Todavía sigues creyendo en su resurrección, en la Iglesia, en los Sacramentos, en los Apóstoles?».
«Si comprobamos que hay cosas en las que ya no podemos creer como es debido, vayamos al Señor y pidámosle por su ayuda», fue su consejo. «Si nuestra motivación es sincera, acudirá en nuestra ayuda para que nuestra fe sea perfecta. No podemos estar sin pecado, pero podemos tener una fe infantil y perfecta».
Photo: Werner Jaggi