¿Obediencia? ¡Libertad! «Ya no quiero ser obediente», dice el Apóstol Mayor y muestra un camino mejor, el de seguir a Jesucristo. Un Servicio Divino sobre el poder de la libre voluntad.
Con unos 4500 participantes contó el Servicio Divino para la juventud del 15 de marzo de 2019 localmente en Colonia (Uruguay) como en las comunidades conectadas en Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. En el centro estuvo el texto bíblico de Juan 15:10: «Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor».
Al final de la infancia los jóvenes aspiran ser independientes y libres en sus decisiones, comenzó diciendo el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Entonces uno no quiere en absoluto hablar de obediencia. Sin embargo, es tarea de los Apóstoles, enseñar los mandamientos de Jesucristo. «Queremos fortalecer la fe para que de la fe salga obediencia».
«¿Cuáles son los mandamientos de Jesucristo?», pregunta el dirigente de la Iglesia y mencionó cinco puntos:
- Los Diez Mandamientos: «Jesús dijo: ‘No he venido para abrogar estos mandamientos’. Podéis leerlos una vez. Vale la pena».
- El mandamiento de la fe: «Nos gustaría tanto que el Señor nos muestre todo, nos explique todo, nos demuestre todo». Pero, «tenemos que creer en Dios, en Jesucristo. Creer, a veces sin ver, a veces sin entender, sin explicación».
- El acceso a la salvación que nos fue mandado: «Tenemos que oír la palabra de Dios y recibir los Sacramentos. Esta no es una regla que inventó la Iglesia Nueva Apostólica. Es un mandamiento de Jesucristo».
- El mandamiento del seguimiento: «»Debemos seguir su ejemplo y comportarnos, pensar y hablar como Él se comportaba, como Él hablaba, como Él pensaba».
- El mandamiento del amor al prójimo: «Este es un mandamiento doble». Por un lado, «el amor en la comunidad. Hay que amar y apoyar unos a otros». Por el otro, «el amor a todos los seres humanos. Primero consiste en que confesemos el Evangelio y lo transmitamos».
«Estos mandamientos debemos guardar así como los guardó Jesucristo», enfatizó el Apóstol Mayor. «Nuestra motivación no es tener miedo de recibir un castigo. Nuestra motivación tampoco es que queremos recibir una recompensa».
En su lugar, mencionó como motivación:
- Agradecimiento: «El que cree en Jesucristo, el que cree en su sacrificio, en la salvación que Él nos regala, está agradecido para con el Señor y por agradecimiento sigue los mandamientos».
- Libertad: «No vivimos bajo una dominación extraña, somos propiedad de Dios solamente, tenemos su ley». Y «yo ejercí mi libertad, elegí a Jesucristo. Este es mi camino».
- Amor: «No queremos estar separados de Jesucristo. Yo amo a Jesucristo, Él murió por mí. No me quiero apartar de Él. Por eso examino primero qué me ayuda a quedar con Jesús».
- Disposición: «Tenemos una santa tarea: dejar claro a la gente que hay otro camino que el del egoísmo. Hay otro camino que el del dinero y el materialismo. Hay otro camino que el de la violencia y el poder».
- Desarrollo: «Sus pensamientos se vuelven nuestros pensamientos y entonces ya no necesitaremos ser obedientes. Ser obedientes es cumplir la voluntad de otro. Mi objetivo es: «Yo ya no quiero ser obediente. Quiero que la voluntad de Jesucristo se convierta en mi voluntad».