“Nuestra relación con Dios y nada más”

“Esta certeza, esta seguridad absoluta de que soy amado por Dios. A pesar de todas las tentaciones, tener en el corazón la paz de que el amado Dios me ama. ¡Eso es bendición!”. El Apóstol Mayor aclaró malentendidos populares al respecto en un Servicio Divino reciente.

El pasaje bíblico para el Servicio Divino del 18 de mayo de 2023 en Chur (Suiza) provenía del acontecimiento de la ascensión: “Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo” (Lucas 24:50-51).

Para qué Jesús se tomó tiempo

Después de su resurrección, Jesús permaneció con sus discípulos. Se habla de 40 días. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider explicó lo que Jesús quiso mostrar y conseguir con esto:

  • “Ha resucitado, está vivo. Los seres humanos no lograron matarlo. Ha vencido la muerte y el poder del mal”.
  • “Algo ha cambiado. Tengo un cuerpo nuevo, el cuerpo de resurrección. Tiene otra dimensión y ya no está sujeto a las leyes de la naturaleza”.
  • “A pesar de todo lo que ha pasado, yo soy el mismo. Sigo siendo vuestro amigo, nada ha cambiado en mi amor”.
  • “Comprobó que los discípulos no entendieron todo como realmente era. Tuvo que volver a explicarles desde el principio lo que había sucedido y lo que vendría en el futuro”.
  • “Les encomendó una nueva tarea: ‘Si vamos a estar juntos para siempre, debéis llegar a ser como yo’”.

Por qué estaban allí los testigos

“También fue muy importante para Jesús que los discípulos fueran testigos de su ascensión”, dijo el Apóstol Mayor, explicando:

  • “En la resurrección no había nadie, nadie lo había visto”. Con la ascensión fue muy diferente: Para los discípulos estaba claro: quien es alzado en una nube está con Dios. La nube era el símbolo y el signo de la presencia de Dios”.
  • “La verdadera salvación es estar en comunión con Dios en el cielo, con Él. Ese es el significado profundo de la experiencia de la ascensión”.
  • “También es una parte importante de nuestra fe, saber que Jesucristo reina con Dios”.
  • “Después de todo, los discípulos podrían haber pensado que era en lenguaje figurado, que estaba cerca del Padre, unido a Dios”. Pero la ascensión demuestra: “No, no es una imagen, es real”.
  • “Lo último que hizo fue bendecirlos. Es decir, les prometió que les daría todo lo que necesitaban para acudir a Él”.

Qué es realmente la bendición

A continuación, el Apóstol Mayor abordó en detalle el tema de la “bendición”: Algunas personas entienden por bendición el dinero, la salud y la felicidad terrenal. “Ahora viene Jesús y dice: ‘Yo te bendigo con bendición espiritual’”. Y eso significa: “Él nos da todo lo que necesitamos para acudir a Él”. Por lo tanto: elección, perdón de los pecados, renacimiento de agua y del Espíritu, Santa Cena, comunión de los creyentes… “Podría enumerar muchas cosas más”, dijo el Apóstol Mayor.

“La bendición es básicamente todo lo que nos ayuda y que necesitamos para estar con Jesús eternamente”, enfatizó. “Así que la bendición no puede reconocerse por el bienestar en la vida, sino por la paz y la fortaleza del alma”. Porque “la bendición tiene que ver con nuestra relación con Dios y nada más”.

A quién bendice Jesús con seguridad

¿Y qué hace falta para obtener esta bendición? Para empezar, “para recibir la bendición de Dios, debemos ser como un niño y asumir que todo me lo da Dios”. Por otro lado, “para recibir la bendición de Jesucristo, hay que creer en Él”. Esta fe en Jesucristo se extiende desde su encarnación hasta su retorno”. Y, por último, “quien quiera experimentar la verdadera bendición debe seguir también el mandamiento de Jesucristo, y crecer en el amor a Dios y en el amor al prójimo”.

“Es tan sencillo como eso”, concluyó el Apóstol Mayor Schneider. “Al menos resulta sencillo decirlo. Realizarlo es un poco más difícil. Pero podemos lograrlo si Jesucristo nos da la bendición”.

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