Dos palabras que ayudan

Un mensaje recorre la historia de Navidad. Y no solo lo escuchan María, José y los pastores. Jesús mismo pronuncia repetidamente este saludo. Y todavía hoy da nuevos ánimos.

El Servicio Divino de Navidad 2023 se celebrará con el saludo del ángel a los pastores: “No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor”.

Los seres humanos necesitan seguridad

Este saludo navideño y los acontecimientos asociados a él pueden dar consuelo y esperanza a muchos. Esto también se necesita con urgencia en este tiempo. El mundo lleva años en crisis. Aunque muchas de las crisis existentes aún no se han superado y muchos siguen afectados por sus consecuencias, constantemente surgen nuevos focos de problemas para la humanidad. Urgen nuevas perspectivas y la seguridad de que Dios no se limitará a decir: “No temas”. No, Él seguirá con la acción.

La luz en las tinieblas

Qué miedo debió de sentir María cuando se le apareció el ángel y le anunció que daría a luz al Hijo de Dios. Pero el ángel le infundió valor con estas palabras: “María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios”. ¡Qué increíble poder reside en la gracia de Dios! Qué caos emocional debió de reinar en María. Y, sin embargo, confió en las palabras de Dios: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”.

Esta decisión de entregar todo su ser a Dios obviamente causó problemas. Su marido José pensó en secreto en abandonar a su mujer embarazada. Después de todo, este niño no era suyo. La relación entre María y José se puso a prueba y amenazó con romperse. “No temas”, le habla el ángel a José en sueños, revelándole el plan de Dios. José se queda con María y le da a su hijo el nombre de Jesús después de su nacimiento.

Y cuando Jesús nace como luz en las tinieblas del mundo, según el Evangelio de Lucas, el ángel de Dios se aparece lleno de luz a los pastores en la noche y les anuncia estas nuevas de gran gozo.

Jesús da fuerza

Incluso más tarde, durante su actividad, Jesús animó repetidamente a las personas. Uno que lo necesitaba especialmente era Simón Pedro. En su primer encuentro, cuando Jesús ayudó a Pedro y a sus compañeros a sacar una gran pesca, Jesús dijo a Simón: “No temas; desde ahora será pescador de hombres”. Entonces Pedro siguió a Jesús.

Antes de que Pedro se atreviera a poner su pie sobre el agua algún tiempo después, necesitó el aliento de Jesús. Los discípulos, incluido Pedro, no lo reconocieron al principio y gritaron de miedo. Jesús se dio a conocer con estas palabras: “¡Tened ánimo; yo soy, no temáis!”. Pedro salió entonces al encuentro de Jesús.

Jesús no dejó de infundir ánimo una vez que había muerto en la cruz. Cuando se encontró con las mujeres después de su resurrección y estas se postraron ante él, las levantó con estas palabras: “No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán”. Así, los discípulos se reunieron en Galilea y recibieron de Jesús la Gran Comisión.

Personas con tareas

En más de 120 pasajes de la Biblia, les son dichas estas dos palabras a diferentes personas. Ya sea un Abraham, un Moisés, Isaías, Daniel o Jeremías. A todos ellos Dios les encomendó una tarea especial e inmediatamente los animó: “No temas”.

Cualquiera que estudie la biografía de cada uno de ellos se dará cuenta rápidamente de dos cosas:

  • Necesitaban urgentemente este estímulo.
  • Dios siempre acompañó estas palabras con hechos.

El último ejemplo es Pablo. El Apóstol acababa de comenzar su actividad en la ciudad de Corinto, un lugar nada fácil para predicar el Evangelio. Dios entonces se dirigió a Pablo: “No temas, sino habla, y no calles”. Pablo permaneció en la ciudad 18 meses, predicando el Evangelio y bautizando a los creyentes.

Así pues, el mensaje navideño “No temáis” contiene mucho más que una mirada nostálgica al día en que la luz del mundo llegó a las tinieblas. Proporciona la base para una visión optimista del futuro.

Y Jesús tiene una tarea clara para todos los que lo siguen. A todos y cada uno de ellos los anima, basándose libremente en Isaías: “No temas, te puse nombre, mío eres tú. Yo estoy contigo y permaneceré contigo. Porque yo soy tu Dios, que te sustentaré y te ayudaré. Te sostendré con mi mano fuerte”.


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Simon Heiniger
25.12.2023
Navidad