El manual dedicado al ministerio está en camino

Los portadores de ministerio de la Iglesia Nueva Apostólica necesitan al menos tres libros: la Biblia, el Catecismo y la Guía de orientación para el ejercicio ministerial. Esta última acaba de ser enviada a las Iglesias regionales para darle un último repaso regional.

No estaba previsto, pero exactamente 30 años después de su predecesor, está en camino el nuevo conjunto de reglas para los portadores de ministerio. Y no es la primera vez. Las principales ediciones se publicaron en 1933, 1963, 1993 y ahora en 2023.

Válido y vinculante en todo el mundo

Las directrices deben promover la unidad de la Iglesia y dar seguridad en las actividades eclesiásticas, escribe el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en el actual prólogo. Representan un marco válido y vinculante en todo el mundo que, sin embargo, también tiene en cuenta las diferencias culturales.

Son guías de orientación y “no mandamientos de estrechez del corazón”, como ya decían las versiones anteriores. Por un lado, regulan las tareas, derechos y deberes de los portadores de ministerio. Por el otro, la “Guía de orientación para portadores de ministerio” hace referencia a la liturgia de los Servicios Divinos, los Sacramentos y los actos de bendición.

En el estado actual

Muchas cosas han pasado desde la última edición de 1993: en 1998 llegaron los “Principios guía Servir y dirigir”, en 2007 la “Misión y visión de la Iglesia”, en 2010 la liturgia ampliada, en 2012 el Catecismo, en 2019 se concretó la interpretación de ministerio y en 2023 la ordenación de mujeres. En vista del constante desarrollo, la “Guía de orientación para portadores de ministerio” fue completada con un cuadernillo en 1997 y otra vez en 2003.

Asimismo, se le agregaron perfiles de competencias para portadores de ministerio, maestros y responsables de la juventud. En ellos se describen las funciones básicas y las condiciones personales de cada uno. Sigue vigente la convicción de que la elección para portar un ministerio se basa en la voluntad divina. Sin embargo, un llamamiento también debe tener en cuenta las competencias necesarias.

Comprometido con la protección

También es nuevo que la Iglesia dé sus respuestas a determinadas cuestiones sociales y establezca las regulaciones correspondientes: “La Iglesia Nueva Apostólica desaprueba enérgicamente todos los actos en detrimento de la autodeterminación sexual del ser humano. La protección contra la violencia sexual es una tarea de toda la sociedad, a la que también se comprometen la Iglesia Nueva Apostólica y sus portadores de ministerio”, dice la Guía de orientación.

Y, además: “La Iglesia Nueva Apostólica no tolera agresiones sexuales por parte de portadores de ministerio y miembros de la comunidad en el ejercicio de su servicio eclesiástico. Los casos de sospecha justificados deben ser comunicados inmediatamente a las autoridades designadas a tal efecto por la legislación vigente en el país respectivo”.

Espacio para lo regional

Las Iglesias regionales son convocadas a dictar normas sobre la prevención y el tratamiento de las agresiones sexuales en el ámbito de la asistencia espiritual y sobre la cooperación con las fuerzas del orden estatales. Sin embargo, este no es en absoluto el único punto para el que los Apóstoles de Distrito pueden formular disposiciones de aplicación regional.

Las normas básicas también pueden completarse con regulaciones detalladas relativas a las diferencias culturales, las condiciones de vida locales y el derecho del respectivo país. Esto incluye, entre otras cosas, el ámbito de la música y la enseñanza. Este trabajo está actualmente en curso en las administraciones de la Iglesia.

Continuidad en el cambio

La regionalización sigue la tradición de las ediciones anteriores. Así, el Apóstol Mayor Walter Schmidt ya escribió en 1963: “Además, deben tenerse en cuenta para el trabajo de los portadores de ministerio las costumbres diferentes existentes en cada país”.

Y la “necesidad de revisar y adecuar esta guía de orientación a las actuales circunstancias”, como lo expresó el Apóstol Mayor Richard Fehr en 1993, ya se tuvo en cuenta desde el principio: “Si al aplicar estas indicaciones resultase la necesidad de perfeccionarlas o modificarlas, se notificaría en cada caso”, dice el prefacio de 1933 publicado durante el período ministerial del Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff.

"Por supuesto, los lineamientos de la Iglesia son necesarios. pero el amor a Dios y a los seres humanos está por encima de todo”, subraya el Apóstol Mayor Schneider en la edición actual. Así es: “El amor a Dios y a los seres humanos está por encima de todo”.

Información del artículo

Autor:
Fecha:
Palabras claves:

Andreas Rother
05.10.2023
ministerio, servicio Divino, internacional