Llenos de esperanza por un buen final

¿Tiene futuro tu fe en Jesús? Esta es la pregunta que plantea una carta doctrinaria publicada recientemente. Trata de la confianza, las pruebas y las señales, pero sobre todo del retorno de Cristo.

“Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?”. El conocido pasaje bíblico de Lucas 18:8 precede al artículo que los portadores de ministerio conocen de la edición especial de Pensamientos Guía 2/2021 y que ahora se ha publicado en la edición actual de community. “Con esta pregunta, Jesús quería enfatizar la importancia que se le daría a la fe cuando Él viniese nuevamente”, escribe el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider.

Pero, ¿qué caracteriza a esta fe?

Una fe con futuro

La fe en Cristo incluye la fe en la resurrección, en la comunión eterna con Dios y en la nueva creación. Y “para ser aceptados por Cristo a su retorno, ¡naturalmente debemos creer en su retorno!”. Lamentablemente, entre los cristianos esta esperanza en el futuro ha pasado a ser algo secundario. Pero, “sin la dimensión escatológica, la fe cristiana pierde su razón de ser”.

Una parte de la cristiandad ya no ve el retorno de Cristo como un evento real, como una intervención divina en los acontecimientos mundiales, sino simplemente como un proceso espiritual que tiene lugar interiormente en cada creyente. “Nos oponemos firmemente a este punto de vista”, deja claro el Apóstol Mayor. Porque “¡el autor de la encarnación del Hijo de Dios, la resurrección de Jesucristo y su ascensión también puede llevar a cabo la resurrección de los muertos, la transfiguración de los vivos y su arrebatamiento hacia el Señor!”.

Confianza en lugar de pruebas

La fe en Dios consiste en tener confianza en su palabra. Y eso también significa aferrarse a la verdad divina aun sin poder entenderla con el intelecto. “Dios no nos pide que renunciemos a todo el conocimiento humano, pero nos ofrece recorrer el camino de la fe para acceder a verdades que están más allá de la comprensión humana”.

La verdadera fe en el retorno de Cristo también debe basarse únicamente en la palabra de Dios, y no en señales. La Biblia da varias indicaciones de la venida del Señor. “Sin embargo, sería tonto tratar de determinar, en base a estas predicciones, cuándo tendrá lugar el retorno de Cristo, o incluso describir cómo se llevará a cabo”.

Reconocer las propias limitaciones

Con el fin de separar a los seres humanos de Dios, el maligno intenta repetidamente destruir la confianza de los creyentes en la palabra de Dios. “Dios permite tales tentaciones porque pueden contribuir a nuestra salvación. Dios es omnisciente. No necesita probarnos para conocer nuestra fe”.

Más bien, “las pruebas que Dios permite son para hacernos posible medir nosotros mismos la firmeza de nuestra fe, tomar conciencia de nuestras limitaciones y hacer los ajustes necesarios”. En otras palabras, “quiere que hagamos una adecuada evaluación de nuestra fe y podamos reaccionar antes de que sea demasiado tarde”.

La reacción correcta es acudir humildemente a Dios y decirle: “Creo; ayuda a mi incredulidad” (Marcos 9:24). “Pongámonos a prueba sin atenuantes y pidamos humildemente a Dios que fortalezca nuestra fe. Él lo hará”, escribe el Apóstol Mayor, refiriéndose a 1 Corintios 10:13: “Pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”.


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Andreas Rother
08.07.2024
declaraciones doctrinales