Cuando el Servicio Divino cambió

¿Una Iglesia? Más bien eran dos centros con culturas muy diferentes. Un hombre unió los extremos y estableció sus cimientos: Friedrich Wilhelm Menkhoff, que fue instituido como Apóstol hace 150 años.

Hamburgo, Alemania, la cuna de la Iglesia Nueva Apostólica. Fue aquí donde la “Misión General Cristiana Apostólica” se separó de la Iglesia Católica Apostólica en 1863. El “nuevo orden”, sin embargo, conservó muchas tradiciones, como la forma de celebrar el Servicio Divino, con elaborados procedimientos litúrgicos y ministros con túnicas ornamentales.

Ámsterdam, Países Bajos, uno de los primeros vástagos, activo bajo el nombre de “Apostolischen Zending” (Misión Apostólica). Aquí la prédica era el centro del Servicio Divino. Y los portadores de ministerio iban vestidos con sencillos trajes de calle. Su factor decisivo fue cierto Pastor evangélico libre.

Con la nueva fe a la vieja patria

Friedrich Wilhelm Menkhoff nació en Westfalia, Alemania en 1826, se formó en el Colegio de Diáconos de Duisburgo y fue enviado a los “holandeses”. En los Países Bajos debía llevar el Evangelio a los trabajadores invitados de origen alemán, que en su mayoría trabajaban en la explotación de la turba. En 1860 aceptó un puesto de Pastor en la congregación evangélica libre de Ouderkerk/Ámstel.

El Pastor Menkhoff entró en contacto con la Misión Apostólica en 1863. Cuatro años después fue sellado y un año más tarde fue ordenado como Evangelista. Llevó su nueva confesión a su antigua patria convirtiendo la región de Bielefeld en otro baluarte de la fe nuevoapostólica.

La concesión genera tensiones

A más tardar como Obispo, Menkhoff se convirtió en el más importante compañero del Apóstol Friedrich Wilhelm Schwarz, que dirigía la Misión Apostólica en Ámsterdam. Schwarz, como anterior dirigente de la antigua Comunidad Católica Apostólica de Hamburgo, estaba muy vinculado a sus tradiciones.

Sin embargo, Menkhoff convenció al Apóstol para que a partir de 1870 descartara los ornamentos litúrgicos y simplificara el Servicio Divino. Con ello se pretendía dar cabida a los creyentes de los Países Bajos de influencia calvinista. Sin embargo, esto provocó tensiones con la comunidad madre de Hamburgo.

El “blanco y negro” vino después

Cuando en 1878 murió el Apóstol de Hamburgo Carl Wilhelm Louis Preuss, se produjo una división a raíz de una disputa por la sucesión. Menkhoff, que había sido ordenado como Apóstol el 19 de mayo de 1872, asumió la dirección de la comunidad. También se introdujo allí el nuevo orden de la vestimenta y el Servicio Divino.

Ropa de calle, sí, pero ciertamente un poco más colorida que la actual. Hubo que esperar hasta la época del Apóstol Mayor Johann Gottfried Bischoff para que fuera vinculante la vestimenta blanca y negra. Recién entonces se estableció oficialmente la forma actual de la vestimenta litúrgica.

Mucho más que el factor formal

Pero éste no fue en absoluto el único impulso que el Apóstol Menkhoff dio a la Iglesia Nueva Apostólica. También dejó su huella en la doctrina. Por ejemplo, escribió un tratado titulado “Principios y Confesión de fe de la Comunidad Apostólica de Bielefeld”, influyendo con el mismo en la “forma de festejar la Santa Cena”, como expresa el subtítulo.

Y publicó la “Epístola sobre el Bautismo con Agua”, en cuya interpretación del Sacramento se basaron importantes cambios doctrinarios en la época del Apóstol Mayor Bischoff. Un recurso en su actividad fue el “Heraldo”, la primera revista mensual nuevoapostólica, que el Apóstol Menkhoff publicó a partir de 1884 siendo responsable de su contenido. Trabajó en ella hasta unos meses antes de su muerte, el 21 de junio de 1895.

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Andreas Rother
18.05.2022
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