París: vida nuevoapostólica en una comunidad multicultural

Seis metrópolis, seis continentes, seis comunidades. ¿Cómo viven su fe los miembros de la comunidad nuevoapostólica en las grandes ciudades del mundo? Hoy el viaje es a la vieja Europa, a París.

Europa – Francia – París

Los franceses aman el vino, les gusta comer pan y queso, son gourmets y hablan con las manos y los pies. Así más o menos son los estereotipos corrientes. En París, la capital, se juntan muchos pueblos. No es un milagro, pues la ciudad misma tiene más de 2,2 millones de habitantes. La región metropolitana es mucho más grande: con más de 12,3 millones de personas es, después de Londres, la segunda más grande de la Unión Europea.

Y como la superficie de la ciudad con 105 kilómetros cuadrados no es especialmente grande, París es considerada la urbe con mayor densidad poblacional de Europa. Al mismo tiempo, y esto también es una particularidad, París es, después de Singapur, la segunda ciudad más cara del mundo. La torre Eiffel, el Louvre, Notre-Dame, 16 millones de visitantes extranjeros por año convierten a la ciudad en una mina de oro del turismo.

París es esencialmente católica, aunque el cuadro comienza a cambiar por la gran cantidad de inmigrantes. Francia fue alguna vez un país muy cristiano. Se la llamaba “la hija mayor de la Iglesia“. Hoy ha avanzado mucho la descristianización.

La Iglesia Católica todavía ocupa la posición principal; los protestantes y otros conforman la minoría. La segunda religión más grande en Francia es mientras tanto el islamismo, con dos millones de adeptos. La Iglesia Nueva Apostólica también tiene una comunidad en la capital francesa. Su comienzos datan de comienzos de los años 1930.

Del cine a la Iglesia

La comunidad París es, con 160 miembros activos, de mediano tamaño. Pertenece al distrito París Norte, que comprende las comunidad de la zona parisiense hasta Orléans en el sur y Melun en el este y las del norte de Francia –Lille, Auchel, Calais– y en total tiene 350 miembros.

Los Servicios Divinos tienen lugar desde 1966 en la misma dirección: 70, rue de Charonne o también 60, rue Trousseau. La entrada se encuentra precisamente en el cruce de ambas calles. Bien al comienzo fue un cine, que primero fue remodelado y finalmente se lo derrumbó totalmente. En el mismo lugar surgió un edificio con viviendas, en cuya planta baja funciona la Iglesia con su moderno salón ovalado, muy hospitalario.

Pertenecen a la comunidad un Primer Pastor, cuatro Pastores, nueve Diáconos y todavía dos Subdiáconos. En Francia nuestra Iglesia es muy pequeña, con sus casi 5.000 miembros activos; los distritos más grandes en cantidad de miembros se encuentran en el este del país. En los demás, a veces las distancias constituyen una gran dificultad en los distritos con grandes extensiones.

Viva, joven y multicultural

La comunidad está formada principalmente por miembros africanos, ante todo del Congo. Su dirigente también proviene de Kinshasa. Todos se han unido armónicamente a la comunidad existente.

París es una comunidad viva: dispone de un coro, varios organistas; la juventud se enriquece cada año con jóvenes que provienen de otros países, que aquí estudian o hacen prácticas por más o menos tiempo y se unen con toda naturalidad al círculo de jóvenes parisiense. También hay garantizadas numerosas actividades para los niños: preescuela dominical, escuela dominical, clases de religión y de Confirmación.

Una pequeña particularidad al margen: ninguno de los miembros de la comunidad vive en París. Las viviendas son simplemente demasiado caras.

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Peter Johanning
28.07.2015
Francia, vida en la comunidad