Unidos a través de miles de kilómetros

El coronavirus nos obliga al distanciamiento. Desafortunadamente esto también se aplica a la conferencia que realizan regularmente los dirigentes de la Iglesia Internacional. Una asamblea de Apóstoles de Distrito digital es hasta cierto punto territorio nuevo y los preparativos para ella son bastante complejos.

A las 8 de la mañana, aparecen en la pantalla los canadienses y los americanos. Son los que más temprano se conectan. Por el contrario, el día casi ha terminado para el Apóstol de Distrito australiano Peter Schulte, quien se une ya avanzada la noche. En el medio hay diferentes husos horarios, de América del Sur hasta Indonesia, del norte de Alemania hasta Sudáfrica.

Necesaria en términos jurídicos y de contenido

¿Por qué debe realizarse una asamblea de Apóstoles de Distrito (AAD) en estos tiempos de restricciones? Hay por lo menos dos razones: una jurídica –los estatutos de la Iglesia Nueva Apostólica Internacional, de la cual los Apóstoles de Distrito son miembros, establecen que la asamblea de Apóstoles de Distrito debe celebrarse dos veces al año– y una relacionada con el contenido: el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider, que preside la reunión, quiere continuar con los puntos de la agenda que se están debatiendo actualmente. Esta vez los miembros de la AAD tratarán en detalle el tema “Hombre y mujer a imagen de Dios”. El debate general sobre contenidos de este tipo orientados al futuro no debería ser detenido por la pandemia del coronavirus, aunque, como están de acuerdo todos los participantes, el debate virtual no ofrece las mismas ventajas que la reunión física en el lugar.

Reglas comunes

Erich Senn, el director de administración de la Iglesia Nueva Apostólica Internacional, sabe cómo informar sobre esto: “En las videoconferencias es importante que todos los participantes conozcan las reglas y las cumplan: Micrófono apagado para los que no hablan y micrófono encendido para los que hablan. Y es beneficioso hablar despacio y con claridad”. Hablar en forma desordenada o interrumpir un discurso no solo resulta inapropiado, sino que también dificulta la comprensión de lo que se está diciendo. Erich Senn: “Cuando se piensa en las distancias cubiertas por el sonido y la imagen, es un milagro que todos puedan entender a todos los demás de todos modos”.

Varios Apóstoles de Distrito se conectarán a la conferencia desde su casa. El Apóstol de Distrito John Kriel se reunirá con el Ayudante de Apóstol de Distrito Patrick Mkhwanazi en Johannesburgo (Sudáfrica) en un centro de conferencias con buena recepción de Internet. La mayoría de los participantes se unirán a ellos desde sus oficinas. Erich Senn: “Con 25 estaciones de recepción y más de 30 participantes, uno u otro “se despedirá” ocasionalmente y se volverá a registrar. En África hay que tener en cuenta los cortes de energía. Siempre es importante el plan B: la participación por teléfono”.

La emisión de prueba fue buena

Ya se ha realizado una emisión de prueba y ha funcionado de manera excelente. Los dirigentes de la Iglesia Internacional están acostumbrados a las conferencias digitales. Dentro de sus áreas de Apóstol de Distrito hay algunas regiones que están muy apartadas. Las reuniones sobre organización y temas administrativos se pueden realizar de forma rápida y económica a través de videoconferencias. Ya era así antes del coronavirus.

No todos los Apóstoles de Distrito pudieron participar en la prueba, algunos tenían citas fuera de sus regiones de origen. El Apóstol de Distrito Michael Deppner de Kinshasa (República Democrática del Congo) estaba de viaje por la selva con pocas posibilidades de conexión a Internet. Sin embargo, todos ellos estuvieron representados por un miembro de su personal. La calidad de sonido e imagen fue en su mayoría buena. Así que nada más se interpone en el camino de la asamblea de Apóstoles de Distrito digital de fines de noviembre.

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