En foco 1/2022: En la comunidad para la comunidad

El nuevo lema del año 2022, “Juntos en Cristo”, tiene aplicaciones muy prácticas, pues la asistencia espiritual es una tarea de la comunidad, dice el Apóstol de Distrito Jürg Zbinden (Suiza).

En mi área de actividad nos hemos ocupado intensamente de la asistencia espiritual desde principios de este año. Estamos tomando conciencia de que la asistencia espiritual no es solo tarea de los portadores de ministerio, sino de toda la comunidad.

Ahora nuestro Apóstol Mayor nos ha dado un lema para 2022 que encaja perfectamente con nuestro tema: “Juntos en Cristo”. Queremos hacer algo, en la comunidad y para la comunidad, no como luchadores solitarios, sino juntos. Cristo dijo: “Separados de mí nada podéis hacer”. Sus palabras señalan el camino para todos los ofrecimientos de asistencia espiritual en la comunidad: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto...” (Juan 15:5). Trabajar juntos en Cristo es un dar y recibir, una aceptación del prójimo, una superación de todo lo que podría dividir o incluso separar. Aprender los unos de los otros y orar por los demás también forma parte de esto. El maravilloso “fruto” se manifiesta cuando uno no solo comienza en Cristo, sino que también permanece en él.

La asistencia espiritual es una tarea de la comunidad, es decir, uno lleva la carga del otro, y la fuerza y la perseverancia para hacerlo provienen de la estrecha comunión con Cristo. Así, la comunidad se prepara junta para el retorno de Cristo. La nueva criatura va tomando forma cada vez más, como bien dice el Apóstol Pablo: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). Estas “cosas nuevas” deben desarrollarse y manifestarse.

Donde lo viejo ha pasado y lo nuevo está creciendo, uno ya no se mira a sí mismo, a sus propios deseos e ideas, ya no se dedica solo a sus propios hábitos y pasiones. ¡No! Su mirada se dirige al prójimo, al hermano, a la hermana y a sus necesidades. Y se ponen los ojos “en Jesús, el autor y consumador de la fe” (Hebreos 12:2).

En la epístola del Apóstol Pablo a los colosenses leemos: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias” (Colosenses 2:6-7).

¡Sigamos con gusto este consejo!

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