Más que predicar: el trabajo de los Apóstoles

Jesús se ha ido al cielo, las comunidades cambiaron. Un momento delicado para los primeros creyentes. Pero los Apóstoles siguieron cumpliendo sus encargos. Cuáles son estos encargos y qué significan en la actualidad, lo explicó el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en un Servicio Divino.

Unos años después de la ascensión de Cristo, en la época de los primeros cristianos: Jesús había prometido volver y había enviado a los Apóstoles a cumplir su encargo hasta que Él viniera otra vez. Pero no volvía, los Apóstoles murieron y no pasaba nada. Los creyentes se inquietaron. Luego llegó una carta que decía: “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles” (2 Pedro 3:1-2).

“Lo que era cierto en aquel entonces, también lo es hoy”, dijo el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider durante un Servicio Divino el 29 de mayo en Bochum (Alemania). Jesús había dado el apostolado para que anunciara la salvación y diera una y otra vez una nueva visión del Evangelio.

Encargo: dirigir

Jesucristo también encargó a sus Apóstoles la dirección de la Iglesia y la regulación de la vida en las comunidades. Esto incluye establecer la liturgia y edificar estructuras eclesiásticas. Lo hacen con la ayuda del Espíritu Santo: “Esto es lo que Él nos dice: decidid lo que hay que decidir, pero no olvidéis poner siempre a Jesucristo en el centro, preparar el retorno de Jesucristo, el amor a Dios, el amor al prójimo”.

En la época de los primeros Apóstoles, el número de comunidades había crecido, cada vez había más. “Entonces ya era necesaria una estructura ministerial, una organización, normas; si no, se habría convertido en un caos”. Seguía siendo la Iglesia de Cristo. “Hoy es lo mismo: es necesario adaptar algunas cosas”, dijo el Apóstol Mayor.

Encargo: predicar

Jesús dio a los Apóstoles el encargo de predicar su Evangelio. “Los Apóstoles nos enseñan lo que Jesús les dijo: La salvación consiste en la comunión con Dios”. Además, también predican cómo se puede obtener la salvación. “Se necesitan los Sacramentos –el Santo Bautismo con Agua, el Santo Sellamiento, la Santa Cena– y el ministerio de Apóstol”, explicó el dirigente de la Iglesia. Y la fe: “Eso significa en concreto: confiar totalmente en Él, confiar en el amor de Dios y en las enseñanzas de Jesucristo en cada situación de la vida, amar a Dios y amar al prójimo”. Por último, se necesita la gracia. Los Apóstoles predican cómo conseguirla.

A través de los Apóstoles y de los siervos que ellos encomendaron, Dios da mensajes personales a todos.

  • En el Bautismo: “Jesús te ama, te llama: ven a mí, te doy la oportunidad, te doy todo lo que necesitas para venir a mí”.
  • En el Santo Sellamiento: “Jesucristo te ha elegido, puedes entrar en su reino como primicia”.
  • En cada Servicio Divino: “Tus pecados te son perdonados; la paz del Resucitado sea contigo”.

Encargo: advertir

Jesús ha dicho que hay muchas tentaciones. Incluso hoy los Apóstoles lo proclaman. “La tentación, la tribulación anunciada por Jesucristo, es el esfuerzo constante del maligno para separarnos de Dios”. Por eso los Apóstoles dicen: “Prestad atención, no os centréis en lo que pasa en el mundo, en vuestra vida, sino que ocupaos primero de cómo afecta eso a mi relación personal con mi Dios, mi Señor y Maestro Jesucristo”. Los Apóstoles recuerdan a los creyentes que Jesús vendrá otra vez, aunque el número de creyentes no sea grande.

Encargo: confesarse al Evangelio

2 Timoteo 4:2 dice: “Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo”. Esto es también hoy el encargo, dijo el Apóstol Mayor. “En otras palabras: si encaja o no, si gusta o no”. Algunos solo quieren oír lo que les conviene, otros nada de la tribulación, el renunciamiento o el juicio divino. Pero “¡es el Evangelio!”, subrayó el Apóstol Mayor. “Solo hay un camino: el de seguir fielmente a Jesucristo. Quien no quiera esto, no puede salir airoso ante Dios”.

Encargo: amonestar

Así como Jesús dijo “Reconciliaos con Dios” (cf. 2 Corintios 5:20), también hoy los Apóstoles piden: “Deja que el Señor Jesús trabaje en ti, permítele salvarte y redimirte”.

Otro encargo de los Apóstoles es decir: “¡Hermano, hermana, sigue al Señor! Hazte la pregunta: ¿qué haría Jesús en esta situación? Y haz lo mismo”.

Encargo: consolar

Los Apóstoles recuerdan la promesa de Jesús: “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). El mal quiere alejar al creyente de Dios, pero “confía, el Señor ha vencido al mundo. Al final, Jesucristo gana”.

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Katrin Löwen
22.06.2022
Alemania, apóstol mayor, servicio Divino