En foco 11/2016: El apoyo mutuo lo hace posible
Nada de luchar solo, mejor es aceptar el apoyo del hermano y la hermana. Vencer con Cristo –en comunión es mucho más fácil, explica el Apóstol de Distrito Patrick Mkhwanazi (África del Sudeste).
La victoria con Cristo no la logramos solos. La educación de nuestros padres y nuestros maestros, y el trato con amigos nos han convertido en lo que hoy somos. Las personas se necesitan unas a otras. Cómo se comporta un niño depende mucho de la casa paterna. Algo similar sucede con los escolares. La escuela también tiene un carácter determinante. Nosotros, por lo tanto, nos influenciamos y determinamos mutuamente.
La impronta de Dios, el maestro y el prójimo
Proverbios 27:17 lleva al punto: "Hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo". ¿Y qué nos sucede en relación con nuestra fe? Ante todo, fue determinante en nosotros nuestro Padre celestial, quien nos concedió el reconocimiento. Los siervos de Dios y nuestros hermanos en la fe también contribuyen a nuestro desarrollo. Ellos nos enseñan, nos fortalecen y nos alientan. Por la victoria que logramos con Cristo -la actual como también la futura- le tenemos que dar gracias en gran parte a ellos.
De la misma manera acerquémosles el Evangelio a otros y transmitámosles fortaleza y aliento en la fe. ¿Y qué sucede cuando se trata de nuestra fe? ¿Somos generosos o mezquinos? Seamos generosos en lo que respecta al reconocimiento divino para que también otros puedan ser partícipes de la victoria con Cristo. Quizás en el pasado hayamos dejado de difundir nuestra fe. Este año, 2016, aprovechemos las oportunidades que se nos ofrecen, ante todo en personas que pasan por necesidades y en aquellas que ya no toman en serio las cuestiones de la fe.
Entender qué es la victoria e informar sobre ella
¿Qué es lo que transmitimos? ¿De qué victoria hablamos, en realidad? Debemos mantenernos alejados de doctrinas extrañas y difundir la doctrina de Cristo y hablar de la salvación eterna, pues nos estamos preparando para el retorno de Cristo. Esta es la característica especial de la comunidad nupcial. "Vencer con Cristo" también significa, entonces, que comprendamos el contenido de la victoria que queremos festejar.
"Vencer con Cristo" es tanto la finalidad del viaje como también el destino final, que compartimos con otros. Se trata de nosotros y nuestra victoria, no de mí y mi victoria. En el día del Señor estaremos juntos y agradecidos por lo que han hecho el hermano y la hermana para que podamos estar presentes.
Foto: Oliver Rütten