“Que todo esté en pie, lleva su tiempo”

“El Apóstol Mayor tiene la última palabra”, confirma Erich Senn, el director de la Administración Internacional de la Iglesia en Zúrich. Aun así, la finalización de todos los preparativos de la asamblea de Apóstoles de Distrito (AAD) demanda tiempo. “En ese aspecto le brindamos nuestra ayuda.”

Al principio de todo evento, primero es necesario elegir su lugar de celebración. “De esta elección dependen gran cantidad de otros detalles”, resalta Senn y agrega: “Dado que las asambleas internacionales que reúnen a todos los Apóstoles de Distrito y a sus Ayudantes se realizan dos veces por año, a cada área de Apóstol de Distrito le toca el turno”. Al destacar este hecho remite a Washington porque: “Esta vez le ha tocado justamente a la capital estadounidense”, concluye. Los Apóstoles de Distrito ya saben cuál será el lugar de celebración de la próxima asamblea al menos un año antes. De este modo pueden gestionar sus visas y realizar todos los preparativos necesarios. “Durante la Asamblea de Apóstoles de Distrito del año pasado en Viena, el Apóstol Mayor estableció que el próximo lugar de encuentro sería Washington”.

Dos encuentros internacionales por año

Cada dos celebraciones de asamblea, una se realiza en la sede de la Iglesia, en la ciudad de Zúrich. “Allí contamos con un centro de conferencias muy bien equipado”, dice el director de la administración. Es importante, porque se necesita un buen conjunto de técnica: micrófonos en cada sitio y en el podio o atril de oradores, dos proyectores de datos para los dos idiomas de la reunión (inglés y alemán) y diversos monitores. La tecnología permite que para los Apóstoles de Distrito de América del Sur todas las ponencias se interpreten al español. Con los proyectores, las filminas de las presentaciones se muestran para ellos en un monitor aparte. “También se necesita un buen sistema de aire acondicionado”, resalta Senn. Después de todo, los participantes de las sesiones se tienen que compenetrar durante diez horas en la documentación y los debates, que sólo interrumpen para un almuerzo ligero al mediodía.

Por supuesto, que preparativos como estos también se pueden hacer en los hoteles de casi todos los países del mundo. “Por eso”, afirma Erich Senn, “el lugar de realización es más bien secundario”. Este factor es importante para el Apóstol Mayor, que todas las áreas de Apóstol de Distrito se tengan en cuenta una tras otra. Para el Servicio Divino festivo del domingo esto reviste particular importancia. De este modo, gracias a la tecnología, el Presidente de la Iglesia Internacional puede llegar a todos los hermanos y hermanas en la fe y convertir su visita en el país respectivo en un verdadero suceso.

De Viena a Washington

Washington es, entonces, el lugar elegido de este año. Aquí no sólo se lleva a cabo la asamblea de Apóstoles de Distrito, sino también el Servicio Divino de Pentecostés de 2018 que este año no será transmitido vía satélite al resto del mundo, sino sólo al territorio estadounidense y a Canadá.

El sábado por la tarde no se ofrecerá un concierto, como es frecuente al finalizar una AAD. Esta vez, el Apóstol de Distrito Leonard Kolb, el anfitrión, ha pensado en una propuesta especial. Bajo el título “Charlas de la INA”, por primera vez se ha planificado una jornada de la Iglesia Nueva Apostólica de EE.UU., a la que están invitados todos los miembros de las comunidades nuevoapostólicas del país. Uno de los puntos a tener en cuenta entre muchos otros es que tres Apóstoles de Distrito – John Kriel de África del Sur, Michael Deppner de Congo del Oeste y Raúl Montes de Oca de Brasil– ofrecerán cada uno una presentación breve de aproximadamente quince minutos. El Evangelista Reinhard Kiefer, el asesor teológico de la Iglesia Nueva Apostólica Internacional también ofrecerá una exposición, en la que abordará el tema de la vida en la comunidad de la Iglesia del principio. La iglesia Hilton Memorial ofrece el marco adecuado para la ocasión. En ella se realizará también el Servicio Divino de Pentecostés del domingo. Y como bien dice el lema: “Y continuaron…“.

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