En foco 16/2019: Frutos del Espíritu
¿Riqueza en Cristo? Septuplicada la halló el Apóstol de Distrito Kububa Soko (Zambia, Malawi, Zimbabwe). ¿Dónde y cómo exactamente? Lo dice su aporte para el lema del año 2019.
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El lema del año 2019, "Riqueza en Cristo", despierta en nosotros, como cristianos nuevoapostólicos, muchos pensamientos. En su epístola a los Gálatas (5:22), el Apóstol Pablo menciona los frutos del Espíritu. A mi entender, son la expresión de la abundante riqueza que tenemos en Jesucristo. Entre ellos están:
Amor. El amor cubre todo. Estamos convencidos de que Dios por amor nos da la posibilidad de tener comunión con Él y entre nosotros. Como cristianos debemos retribuir su gracia amando y respetando a Dios y su creación, observando su doctrina, transmitiendo el Evangelio de Cristo y amando a nuestros semejantes sintiendo compasión por ellos cuando pasan por necesidades.
Gozo. Nuestro gozo tiene diferentes motivos. Por un lado, surge del saber y de la fe firme de que Jesús es nuestro Señor, que venció a la muerte, ascendió al cielo y desde allí vendrá nuevamente para llevarnos con Él. También el hecho de que nuestros nombres están escritos en los cielos, es un motivo de gozo (Lucas 10:20). Con este conocimiento, sirvamos gozosos al Señor y sirvámonos unos a otros.
Paz. La paz hace posible amar a Dios y amarnos entre nosotros. Como cristianos nos deberíamos esforzar por tener la conciencia tranquila y tener paz interior siguiendo a Cristo y haciendo la voluntad de Dios. También nos debemos esforzar por estar en paz con todos los hombres (Romanos 12:18).
Paciencia. Como hijos de Dios seamos pacientes con los demás, sabiendo muy bien que no somos perfectos como seres humanos. Practiquemos hacia los demás el perdón verdadero y la reconciliación, así como el Señor hace con nosotros.
Benignidad. Presentémonos ante el Señor en humildad para que Él nos pueda exaltar. Mostremos también una firme voluntad de compasión y empatía para con los demás y también por la creación de Dios.
Bondad. En la comunión con el Señor y unos con otros experimentamos bondad. Estamos convencidos de que cuando tenemos comunión con el Señor, aprendemos cómo es su naturaleza y estamos inspirados a ser semejantes a Él. Que este deseo de comunión con el Señor y entre nosotros siempre quede preservado.
Fe. Nuestra conducta debe reflejar la naturaleza de Jesús que tenemos en nosotros. Quedemos fieles a su doctrina, así como a la enseñanza de los Apóstoles.
Esta riqueza que poseemos en Jesucristo, nos debe motivar a mantenernos fieles a Él y a estar preparados para su inminente retorno.
Foto: NAC Zambia