La comunidad no es un club de campo

El banco de la iglesia medio vacío, comunidades fusionadas, pocos niños ... ¿afligirse, esperar pasivamente un cambio? ¿Cómo hacer que la comunidad tenga vida? ¿Y cómo originar una comunidad?

Hablar sobre la fe durante largos años

La hermana Mary Elevine Namunyimbili informa a sus vecinos y compañeros de trabajo sobre Dios, el envío de los Apóstoles y su fe en el inminente retorno de Jesucristo. Poco después se origina en Isoka, al noreste de Zambia, la primera comunidad nuevoapostólica. Los creyentes se reúnen regularmente para los Servicios Divinos. En 1975 la comunidad celebra con el Apóstol Duncan Mfune el Santo Sellamiento de 21 miembros. En 1980 se vuelven a agregar 38 miembros a la comunidad. Siguen hablando sobre su fe, invitando a los Servicios Divinos … y la comunidad crece.

Edificar y ampliar las iglesias

Entonces se construye el primer edificio de la Iglesia Nueva Apostólica, de ladrillos de arcilla y con un techo de paja. Pocos años más adelante, en 1994, se levanta una iglesia central con 500 asientos. En estos días, los hermanos y hermanas de Isoka se reunieron en diferentes lugares con el Ayudante Apóstol de Distrito Robert Nsamba para varios Servicios Divinos.

Dar forma a la confraternidad y experimentarla

Los cristianos no son luchadores aislados, eso no es nada nuevo. No obstante, sucede muy rápidamente que alguien se aparte y pierda el contacto. Experimentar la confraternidad y colaborar en darle forma es una receta que demostró tener eficacia. Ya sea si los jóvenes se reúnen para pequeñas y grandes jornadas de juventud, si los cristianos se reúnen con otros cristianos en una fiesta de las Iglesias … las comunidades en todo el mundo demuestran que se puede desarrollar la confraternidad, es más, se la debe desarrollar para poder experimentarla. Y se ha demostrado que a veces también se necesita cierto esfuerzo porque el camino para lograrlo no es sencillo.

No es una membresía en un club de campo

Y cuando la comunidad ya funciona, ya se experimenta, … ¿cuáles son las tareas de un miembro de la comunidad? En el sitio web de la INA EE.UU. este mes hay publicados videoclips y textos breves que brindan impulsos para tener una vida activa como miembro de la comunidad. Una cosa queda expresada claramente: no es una membresía en un club de campo en la que después de abonar la cuota de socio uno es servido. Confraternidad significa participar, ser parte.

Hacer el bien

Pertenece a la vida cristiana, una mirada atenta y activa, también a la situación de vida del prójimo. Esta tampoco es tarea de un luchador aislado. Hacer el bien fraternalmente y ayudar al otro todos juntos es tarea de la comunidad. Esto fortalece la comunión y reduce la importancia de los intereses propios.

La vida en la comunidad está sujeta a cambios. Pero en gran parte son los creyentes los que influencian el desarrollo de su comunidad. Aquí está claro que Europa no es África y América no es Asia. Pero lo que es igual en todas partes en las comunidades cristianas es la alegría en el Señor, la confesión a la fe y la esperanza del retorno de Cristo.

Y en forma bien práctica y con gran eficacia –en todo el mundo, también en estos días– las comunidades cobran vida cuando los creyentes hablan sobre su fe (no sólo entre ellos, sino también con aquellos que no saben nada de Dios), edifican y amplían las iglesias, dan forma a la confraternidad y la experimentan, sirven al prójimo, reducen sus expectativas de ser servidos y hacen el bien.

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