Los Sacramentos (51): Dos puñados del don del Espíritu

El Sellamiento. Un Sacramento con historia. Sus raíces se remontan a los primeros siglos cristianos. Una síntesis de los diez episodios de la serie sobre este tema. Y la perspectiva de lo que está por venir.

Es una necesidad. El propio Jesús lo dejó claro: “El que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Lógicamente, el “lavamiento de la regeneración” (Tito 3:5) es el Bautismo con Agua.

Pero, ¿cómo llega el cristiano al Espíritu Santo? Los cristianos se han hecho esta pregunta en todos los tiempos y en todas las denominaciones. A través del Sacramento del Santo Sellamiento, al menos así responde la Iglesia Nueva Apostólica.

Esta es una de las muchas respuestas diferentes del espectro cristiano. Algunos entienden el Bautismo con Espíritu como un evento espontáneo que no puede ser manejado por los seres humanos. Y otros lo ven como un acto de la mano del hombre.

Esta diversidad ya está establecida en la Biblia. El Nuevo Testamento da varias respuestas a la cuestión de la “renovación en el Espíritu”. Y no siempre son compatibles.

Así, la Iglesia primitiva desarrolló su rito bautismal en varias partes. Además del lavamiento de agua de los Evangelios, también incluye la imposición de manos de los Hechos de los Apóstoles y la unción con aceite. Esta última se refiere a Jesucristo como el Mesías, es decir, el Ungido.

En el Occidente romano, la imposición de manos y la unción están estrechamente ligadas al ministerio de Obispo. Pero a partir del siglo IV, sus portadores ya no podían estar en todos los lugares donde bautizaban los sacerdotes. Así, la Confirmación católica se desprendió como un Sacramento independiente.

Los reformadores de principios del siglo XVI tuvieron sus problemas con esto. Sin embargo, desarrollaron su propia Confirmación, en la que los cristianos de edad madura confirman el Bautismo realizado en la infancia.

Las comunidades católicas apostólicas experimentan inicialmente al Bautismo con Espíritu como destellos individuales de inspiración. Esto provoca primero euforia y luego decepción. Cuando el esperado acontecimiento colectivo de Pentecostés no se materializó, los Apóstoles tomaron el asunto en sus manos.

En 1847, la Iglesia Católica Apostólica introdujo la “imposición de manos de los Apóstoles”, también llamada “Sellamiento”. Su fundamentación teológica recién se desarrolló en el transcurso del tiempo, llegando hasta que es necesario para la salvación.

El posible Sacramento católico apostólico se convirtió en la naciente Iglesia Nueva Apostólica en el Sacramento principal formador de identidad. Aquí ya no se trata solo de una transmisión del Espíritu para fortalecer al creyente, sino de la transmisión primaria del Espíritu.

Los Sacramentos nuevoapostólicos tienen su fundamento en la vida y el obrar de Jesucristo. Y esto también se aplica al Sellamiento. Esta interpretación, cuidadosamente construida y actualizada, se expone detalladamente en el Catecismo.

Tras los fundamentos de la doctrina de los Sacramentos y los tres Sacramentos nuevoapostólicos, la serie de nac.today se dedicará en los próximos episodios a un quinto tema: los Sacramentos para los difuntos.

Información del artículo

Autor:
Fecha:
Palabras claves:

Andreas Rother
15.03.2022
sacramentos, Santo Sellamiento