La palabra de Dios en lenguaje sencillo
La fe, la enseñanza, la prédica… todo se basa en la Biblia. Por eso es tan importante que los portadores de ministerio y las comunidades la conozcan. Pero la Sagrada Escritura no se puede leer tan fácilmente, como si fuera cualquier otro libro. La guía de un Servicio Divino del Apóstol Mayor.
Consuelo, fuerza, bendición. Algunas personas quieren ver milagros. Pero “no es así como trabaja nuestro Dios”. Sino que “Dios quiere hablar con los seres humanos. Y quiere que ellos lo escuchen. Y por eso la prédica es tan importante en nuestra Iglesia”. El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider lo dijo el 22 de septiembre en Banjul (Gambia).
“No toda palabra pronunciada desde el altar es palabra de Dios”. La prédica es imperfecta, porque es una persona imperfecta la que predica. Sin embargo, “el Espíritu Santo puede fortalecer a pesar de estas imperfecciones”.
“Se necesita un buen conocimiento de la Biblia”. Porque “la Biblia constituye el fundamento de nuestra fe. Por eso los portadores de ministerio deberían conocer la Biblia”. Y, por cierto, “los creyentes también deben conocerla. Porque si no, es difícil entender el sentido de la prédica”. Además, “la lectura de la Biblia da consuelo y sabiduría de Dios”.
No es un libro como cualquier otro
“No se puede leer la Biblia como se lee cualquier otro libro”. Porque “lo que se escribió inspirado por el Espíritu Santo debe leerse también con la inspiración del Espíritu Santo. Si no, no se puede entender correctamente”.
“Y allí es donde está el problema”, dijo el Apóstol Mayor refiriéndose a la palabra bíblica para este Servicio Divino: “Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39).
Una colección de reglas y leyes: así es como los escribas veían las Escrituras. Pero “Jesús dijo: Esta no es la verdadera interpretación de la Sagrada Escritura”. Sino que “el que está inspirado por el Espíritu Santo sabe que toda la Escritura da testimonio de Jesucristo”.
Entre el cielo y la tierra
“Eso fue en la época de Jesús. ¿Qué pasa con nosotros en nuestros días?”, preguntó el Apóstol Mayor, advirtiendo contra una falsa interpretación de las Escrituras:
- “La Biblia no puede sustituir a la ciencia”, ya que los textos reflejaban el conocimiento de su época de origen. Por ejemplo, los autores creían que el sol giraba alrededor de la tierra (Josué 10:12) y que la tierra era plana (Apocalipsis 7:1).
- “La Biblia no puede tomar decisiones”, porque “Dios no quiere decidir por nosotros. El Espíritu Santo solo nos dice lo que debemos considerar para tomar nuestra decisión. Pero nosotros mismos somos los que tenemos que decidir”.
En este contexto, el dirigente de la Iglesia se refirió a un dicho: “La Biblia no nos explica el cielo y la tierra, sino que nos dice cómo vivir en la tierra para ir al cielo”.
Entender correctamente las contradicciones
“No tiene sentido” tomar decisiones basadas en versículos bíblicos individuales. En muchos puntos se puede encontrar todo en la Biblia y luego también exactamente lo contrario. En la prédica fueron señaladas algunas contradicciones:
- A veces Dios quiere que el pueblo de Israel luche y otras veces no. A veces Jesús quiere que los discípulos vayan solo a los judíos, otras veces quiere que vayan a los gentiles. “Imagina que abres la Biblia y encuentras solo una de estas frases”.
- En 1 Corintios 7:26-33, Pablo recomienda no casarse para agradar al Señor. Pero 1 Timoteo 4:1-3 llama falsos maestros a los que aconsejan no casarse. “Entonces, ¿era Pablo un falso maestro?”.
- En 1 Timoteo 2 dice primero que Dios quiere que todos los seres humanos sean salvos. Y unos versículos más adelante dice que las mujeres solo pueden salvarse si tienen hijos. Eso significaría: Dios quiere la salvación de todos, ¡excepto de aquellas mujeres a las que no permite tener hijos!
“Hasta aquí la interpretación humana. Con ella tenemos un gran problema”. Pero, “Dios dice: ‘Usad el Espíritu Santo para entender las cosas’. Y para ayudaros, he enviado a los Apóstoles”. Ellos tienen el encargo y la autoridad para interpretar la Biblia.
Iluminar correctamente los mensajes
“Cuando leemos el Antiguo Testamento a la luz del Espíritu Santo, ¿qué podemos aprender?”, preguntó el dirigente de la Iglesia y respondió: Dios ama incondicionalmente. Él es fiel y cumple todas sus promesas. Espera que los seres humanos crean en Él y confíen en Él. Nos pide que amemos a Dios y al prójimo. La elección se basa en la gracia y no en el mérito. Es un llamamiento al servicio.
Y los mensajes del Nuevo Testamento: Jesucristo es el Hijo de Dios que vino a la tierra. La salvación consiste en la comunión eterna con Cristo y los suyos. Todos los seres humanos pueden ser salvos si creen en Jesucristo.
Quien quiera estar preparado para el retorno del Señor debe nacer de nuevo de agua y del Espíritu, recibir la Santa Cena y seguir las enseñanzas del apostolado.
La conclusión del Apóstol Mayor: “La Biblia es realmente una maravillosa fuente de poder, consuelo y sabiduría. Tenemos que conocerla. Tenemos que leerla. Pero debemos dejarnos inspirar por el Espíritu Santo. El apostolado es enviado por Jesús para ayudarnos a entender la Biblia correctamente. Y si lo hacemos, encontraremos en la Biblia todo lo que necesitamos para alcanzar la salvación”.
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Andreas Rother
29.09.2022
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