“Los agradecidos se involucran”

El Apóstol Mayor visitó recientemente la comunidad Halifax (Canadá) con motivo de su 50° aniversario. Una de las que asistieron allí a los primeros Servicios Divinos es Denise Wright. En una entrevista, la hija del fundador de la comunidad recuerda los comienzos.

Usted tenía seis años cuando se fundó su comunidad y sus padres desempeñaron un papel especial en la fundación.

Nací en Kitchener, Ontario, pero mis padres se trasladaron a Dartmouth, Nueva Escocia, en 1972. Mi padre, Dennis Clarke, había aceptado un trabajo en una empresa aquí en Nueva Escocia y, con la aprobación del Apóstol de Distrito de entonces, empezó a levantar una comunidad. Nuestra comunidad se llama Halifax por el nombre del distrito administrativo, pero en realidad se encuentra en Dartmouth. El primer Servicio Divino tuvo lugar el 11 de junio de 1973.

¿Cómo vivió los comienzos de la comunidad?

Recuerdo los primeros Servicios Divinos en nuestra casa. La cocina servía de sacristía y nos sentábamos en la sala de estar para el Servicio Divino. Como cada vez venía más gente a los Servicios Divinos, trasladamos la sala de reuniones a nuestro sótano. Después de los miércoles por la noche solíamos quedarnos “en la iglesia” para tomar café con torta junto a todos los que habían venido.

Mis abuelos paternos también se trasladaron a Nueva Escocia para ayudar en el desarrollo de la comunidad. Llegaron aproximadamente un año después que mis padres. Mi abuelo fue instituido como Pastor y nos enseñó a los niños en la escuela dominical cuando tuvimos edad suficiente.

¿Cómo siguió la comunidad?

A medida que la comunidad crecía, primero nos reuníamos en el salón de un hotel y luego alquilamos un salón más grande en la biblioteca local. Mi padre y el Anciano de Distrito buscaron un lugar adecuado que pudiéramos llamar nuestro. Finalmente compraron una casa, un bungalow. Tras algunas obras de remodelación, al principio el edificio solo se convirtió en iglesia por dentro. En aquella época, el número de asistentes a los Servicios Divinos ya era de 35 personas.

En 1991, se llevaron a cabo nuevas obras de renovación del edificio para adaptarse al crecimiento del número de miembros y darle un aspecto más de iglesia por fuera. El aforo alcanzaba para 60 participantes.

¿Sigue la comunidad en este edificio?

No. En 2008 se fundó otra comunidad nuevoapostólica en la ciudad hermana de Halifax. Ambas se fusionaron en 2015 bajo el nombre de “comunidad nuevoapostólica Halifax”. Mientras tanto, fue adquirido un edificio de una iglesia existente de otra denominación aquí en Darthmouth. Allí también tuvo lugar el Servicio Divino con el Apóstol Mayor.

Volviendo a los tiempos pasados. ¿Cómo influyó en usted lo vivido? ¿Qué recuerda en particular?

Tengo una hermana y un hermano menores. En nuestra casa siempre había muchas cosas que hacer: mis padres solían invitar a miembros de la Iglesia o a invitados a comer con nosotros después del Servicio Divino. Hicimos muchos amigos a lo largo de los años.

La vida de mis padres giraba en torno a la Iglesia y experimenté que Dios siempre nos daba lo que necesitábamos. Mi madre a veces nos decía en voz baja que sirviéramos primero a los invitados porque no estaba segura de que lo que había preparado fuera suficiente para todos los comensales. Sin embargo, siempre había suficiente para todos e incluso algo sobraba.

Sé que mis padres hicieron muchos sacrificios, incluida su separación de la familia y los amigos que supuso la mudanza. Pero también fueron muy bendecidos.

Ahora usted tiene su propia familia.

Sí, mi esposo Richard y yo llevamos 25 años casados. Tenemos cuatro hijos entre 17 y 23 años. Y todos siguen viviendo en casa.

Su familia también participa activamente en la comunidad.

Mi esposo y yo siempre hemos estado activos. Antes de que le confiaran el ministerio de Pastor, trabajamos como responsables de la juventud durante varios años. Por supuesto, cuando tuvimos nuestros propios hijos, nuestra vida se volvió más ajetreada, pero siempre encontramos la manera de estar presentes en la Iglesia y fomentar la comunión. Una de las actividades que nuestros hijos y los otros niños de la escuela dominical disfrutaban era una noche de pizza y películas que organizábamos una vez al mes en la Iglesia.

Nuestra comunidad no es grande, así que realicé muchas tareas a lo largo de los años, desde arreglos florales hasta clases de educación religiosa y escuela dominical, pasando por cantar en el coro. Actualmente acompaño los Servicios Divinos tocando el piano y el órgano. Además, todos nuestros hijos han tomado clases de música y participan musicalmente en la comunidad.

¿De dónde viene su fascinación por la fe y su motivación para involucrarse?

No viene solo del ejemplo de mis padres, aunque desempeña un papel importante. Creo que cuando uno está agradecido por lo que el Todopoderoso le ha dado, encuentra formas de participar activamente en su Obra, porque se alegra de haber sido bendecido y quiere demostrar esa alegría sirviendo a Dios lo mejor que puede.

Puede que no siempre sea fácil en la vida, yo también he estado en situaciones que me entristecían y me desconcertaban, y ni siquiera sabía cómo expresarme en la oración. Pero he experimentado que cuando le pides ayuda a Dios, Él te escucha.

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