Una fe, un canto, un vídeo

La música une. Cada vez más cantores nuevoapostólicos superan el aislamiento del coronavirus con vídeos conjuntos. El coro que se está preparando para Pentecostés tiene una dimensión especial: el proyecto IVC.

Théo Rohmer de Saint-Louis (Francia) está superocupado: Cientos de fragmentos de vídeo han llegado a él a través de WhatsApp. Y ahora tiene que poner los clips en escena visualmente, mientras que Cédric Runglos armonizará en lo que respecta a la acústica. El trabajo se lo buscó él mismo, en realidad, con su idea de un “Coro Virtual Internacional” (“International Virtual Choir”, IVC).

El proyecto sigue el principio, muy popular en la actualidad, de que los participantes graban su actuación solos y en casa por teléfono móvil y recién se combinan en un coro luego en la computadora. Esta vez, sin embargo, el canto no solo debe romper el aislamiento del encierro, sino también superar las barreras del idioma y las fronteras nacionales.

En línea y fuera de línea en la consola

Nicolas Jean, de Estrasburgo, tiene la batuta bajo control. Es él quien coordina la música de la Iglesia Nueva Apostólica en Francia, junto con Fabrice Coulon. Se gana la vida como director de dos escuelas de música. Y ya conoce el gran escenario: como director de la orquesta durante el Servicio Divino con el Apóstol Mayor en el Día de la Juventud Internacional 2019.

De todos modos, ya tiene experiencia con coros virtuales ocupando el podio del director: con el Collegium Cantorum de Estrasburgo, que ha cambiado temporalmente su nombre por el de “Collegium Confineum”. Y con la obra conjunta “Alabo a mi Dios” de casi 200 cantores nuevoapostólicos de Francia, Bélgica, Luxemburgo y Suiza.

Todo depende de los cantores guía

¿Cómo se dirige un coro así, sin que haya interacción entre el director y los cantores? “Esto solo puede hacerse indirectamente”, explica Nicolas Jean. Únicamente puede influir en los cantores que graban las guías. Para cada voz hay un vídeo que los participantes escuchan y acompañan cantando, cuando graban su propio aporte.

Está muy contento con el equipo de entusiastas voluntarios que hacen posible este proyecto: el organista Laurent Boetzlé, por ejemplo, o los doce cantores guía. Esto también incluye a los ayudantes de los países vecinos, como Burkhard A. Schmitt de Alemania Occidental o Alexandra Junker de Suiza.

Las letras, notas y los vídeos de esos cantos que sirven de guía están disponibles en el sitio web www.international-virtual-choir.org. Y no solo en francés, sino también en alemán e inglés. Porque el canto elegido –“Oh, qué amigo nos es Cristo” (himnario N° 237)– debe sonar en los tres idiomas.

La fecha límite para las presentaciones es el 20 de mayo

Si se tuviera como lengua materna otro idioma, también podría cantarse su versión. Y ni siquiera hay que usar las cuerdas vocales. Los instrumentistas también son bienvenidos a contribuir.

El proyecto comenzó el 14 de abril de 2020 y se hizo público el 24 de abril. El 4 de mayo ya se habían recibido más de 300 vídeos de Asia, Europa y América del Sur. Y el 14 de mayo, Théo Rohmer ya contaba con unos 700 archivos.

La fecha límite para las presentaciones es el 20 de mayo, a las 12:00 horas (horario de verano de Europa Central). Entonces solo quedarán unos pocos días para la transmisión del Servicio Divino de Pentecostés internacional con el Apóstol Mayor, en la que se mostrará el trabajo conjunto de los hermanos en la fe de todo el mundo.

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Andreas Rother
16.05.2020
internacional, música