De la nada a lo nuevo: el Espíritu Santo guía

El Espíritu Santo como Creador. En esto se centró el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en el Servicio Divino de Pentecostés 2021: “El Espíritu Santo puede crear cosas nuevas donde antes no había nada. Dejémonos guiar por Él”.

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios”. En este versículo bíblico de Romanos 8:14 se basó el Servicio Divino del 23 de mayo de 2021 en Zúrich-Seebach (Suiza), que fue transmitido a todo el mundo por satélite e Internet.

Desde la última fiesta de Pentecostés han ocurrido tantas cosas que nadie puede explicar, comenzó el máximo dirigente de la Iglesia. “No podemos entender a Dios, pero podemos confiar en Él porque lo conocemos”. Dios puede hacer todas las cosas, “mucho más allá de los límites de lo que podemos entender”.

Cómo cambia su obrar

En el acontecimiento bíblico de Pentecostés, Dios, el Espíritu Santo, mostró una forma de obrar impresionante: un estruendo como de un viento recio, lenguas de fuego y dominio repentino de lenguas extranjeras. Con el tiempo, su modo de obrar cambió. Él obra más silenciosamente en el alma y el corazón de los bautizados y sellados.

“El Espíritu Santo quiere darnos la salvación”, subrayó el Apóstol Mayor. Esta salvación consiste en llegar a ser como Jesucristo: sin pecado, siempre con paz en el corazón, superando todo sin violencia, en pleno control de nuestro propio destino y capaces de amar de manera perfecta.

Para conseguirlo, el Espíritu Santo obra de tres formas:

  • Como Espíritu de la creación: en el renacido de agua y del Espíritu puede desarrollarse la nueva criatura en Cristo. Esto es la garantía: “Tú puedes hacerlo”.
  • Como Espíritu del poder: este obró de manera suave, no por compulsión, sino por medio de su guía y dirección. “La decisión queda en nuestras manos”.
  • Como Espíritu del movimiento: “Todavía no estás lo suficientemente cerca. Sigue adelante, no te detengas“.

Cómo la nada se convierte en algo nuevo

El Apóstol Mayor Schneider detalló explícita y extensamente el obrar del Espíritu Santo como Creador:

  • El Espíritu Santo quiere llevar a la novia de Cristo a la perfección. Pero la Iglesia, sus miembros y sus dirigentes son todo menos perfectos. “Dejemos que el Espíritu Santo nos guíe y construya esta Iglesia perfecta”.
  • Muchos hermanos y hermanas en la fe han experimentado golpes del destino para los que no estaban preparados y ahora no saben cómo seguir. “Confía en el poder del Espíritu Santo. Él preparará el camino para bendecirte, para darte paz e incluso alegría. La nueva situación no le impedirá redimirte“.
  • Algunos están desesperados porque viven sin cambios en condiciones de vida llenas de violencia y crimen. “Comparto vuestro sufrimiento. Pero hago un llamamiento a todos nosotros: Confiad en el poder del Creador. Dejad que Él os inspire y os consuele”.
  • Algunos quieren cambios en la Iglesia, aunque se trate de un simple edificio con cuatro paredes, un techo y tal vez bancos. “Recordad que el Espíritu Santo no se limita a lo que hay. También puede preparar a la novia de Cristo bajo un árbol”. Otros están preocupados por los cambios revolucionarios en la Iglesia: “No os preocupéis, nos dejamos guiar por el Espíritu Santo. Él siempre obra dentro del marco que Jesucristo ha establecido”.
  • En otros países, el descenso de la cantidad de miembros es preocupante. “No os quedéis en el pasado. El Espíritu Santo nos guía para avanzar. Confiad en el Creador, Él encontrará nuevos caminos”. Los creyentes pueden contribuir a ello proclamando el Evangelio a los no cristianos. “Permite que el Espíritu Santo te guíe”.

El Apóstol Mayor concluyó: "Nuestro objetivo es crecer en la naturaleza de Cristo. Esta es la obra del Espíritu Santo. Él es el Espíritu de la creación, del poder y del movimiento. Confiemos en Él y aceptemos su guía. Él siempre inventa una manera de darnos paz, alegría y salvación”.

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