Una catástrofe cercana llega al corazón

“Fuertes tormentas provocaron devastadoras inundaciones en Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia los días 14 y 15 de julio de 2021”, así resume NAK-karitativ la catástrofe de las inundaciones, que al principio causó gran conmoción y luego solidaridad en Alemania. “Más de 180 personas perdieron la vida y más de 800 resultaron gravemente heridas. Puentes destruidos, casas y pueblos enteros arrasados”.

Muchas más donaciones de lo habitual

La catástrofe estuvo muy presente en los medios de comunicación alemanes y desencadenó una gran solidaridad y voluntad de ayuda. Dado que la mayoría de los patrocinadores de NAK-Karitativ proceden de Alemania, esto también se reflejó en el volumen de donaciones. Así figura en el Informe Anual 2021, recientemente publicado.

Según el informe, los ingresos de la organización de ayuda superaron los 6,7 millones de euros, lo que supone un aumento significativo respecto a años anteriores. Con más de 5 millones de euros, la mayor parte procedió de donaciones individuales. Además, hubo fondos procedentes de patrocinios, campañas permanentes y herencias.

La voluntad de ayuda viene por añadidura

Las donaciones individuales destinadas a paliar los efectos de la tormenta representaron la mayor parte, con 2,9 millones de euros. También se multiplicaron por seis los donativos procedentes de colectas en las comunidades de la Iglesia Nueva Apostólica y de otras iniciativas. Por ejemplo, se recaudaron casi 120.000 euros en campañas a favor de los afectados por la catástrofe de las inundaciones.

Tal concentración suele conllevar el riesgo de que otros proyectos reciban muy pocas donaciones. “Esto afecta sobre todo a las zonas menos conocidas porque se informa muy poco de ellas en los medios de comunicación”, escribe la organización de ayuda. Sin embargo, en el caso de la ayuda para las tormentas, la organización de ayuda no lo vio así, debido a que las donaciones para las inundaciones se sumaron a la cantidad habitual.

Ayuda para catástrofes en Alemania

Un 48% del gasto total de los proyectos se destinó a las tareas de socorro tras la fuerte tormenta en Alemania. Dado que muchas zonas quedaron inaccesibles inmediatamente después de la inundación, NAK-karitativ contó con las redes locales. Muchos hermanos y hermanas en la fe de comunidades de la Iglesia ayudaron de forma voluntaria e informaron a NAK-karitativ de lo que muchos afectados necesitaban urgentemente. Esto era, sobre todo, dinero, porque faltaba para la vida cotidiana y para los trabajos de limpieza.

Además, la organización de ayuda organizó la distribución de secadores de inmuebles e instaló un centro móvil de asesoramiento, destinado principalmente a asesorar a los afectados que se encontraban en zonas especialmente inaccesibles. El proyecto se prolongará al menos hasta fines de 2022 y ha absorbido hasta ahora casi 1,5 millones de euros.

Garantizar los medios de subsistencia en África

“Además de las crecientes necesidades en nuestro entorno inmediato, sin embargo, no debemos pasar por alto los retos globales”, advierte la organización de ayuda. Así, NAK-karitativ no olvidó la difícil situación de las personas del sur global. La organización de ayuda humanitaria alinea sus objetivos con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU . Por eso, de los 58 proyectos en curso, 26 se financiaron en África Oriental.

Más del 45% del gasto benefició a proyectos en los países de Zambia, Malawi, Kenia y Sudán del Sur. La atención se centró en la nutrición, la seguridad de los medios de subsistencia y la promoción de la educación. Para ello se utilizaron más de un millón de euros.

Los proyectos incluyen, por ejemplo, la producción y uso de biogás en la aldea de Nkhundye, en Zambia. Allí se construyó un cobertizo para el ganado con una planta de biogás anexa para que los residentes puedan cocinar y calentarse con el gas que respeta el medio ambiente. El proyecto se completó en el año del informe. Se instaló con éxito un sistema de riego agrícola, tres pozos para el suministro de agua potable, se formó a pequeños propietarios y se creó un sistema de cooperativas. Gracias a las cooperativas, los pequeños agricultores no dependen de la lluvia y mejoran sus medios de vida.