Más que fuegos artificiales a la medianoche

En un círculo pequeño o grande, con o sin Servicio Divino: de muy diferentes maneras los hermanos en la fe de todo el mundo le han dado la bienvenida al nuevo año. Pero algo los une a todos, y esto es más que fuegos artificiales a la medianoche.

Coloridas como fuegos artificiales, tan diferentes son las tradiciones con las que se celebra el cambio del año. Comenzando por el nombre: el último día del año se llama en España por ejemplo “Noche vieja” y en los Países Bajos “Noche del año viejo”. En cambio en inglés se habla de víspera de año nuevo, parecido al portugués. Y los alemanes igual que los franceses llaman a ese día como al Papa del siglo IV: Silvestre.

Las leyes de la naturaleza son las que le ponen la diferencia decisiva al giro del año: la hora. Así como la salida y la puesta del sol se van retrasando de este a oeste, también la medianoche obviamente va rotando en el globo terráqueo. Justamente se llama “Isla Navidad” el pedacito de la tierra donde el año nuevo comienza primero: Kiritimati, una isla de coral en el Pacífico. Es parte del archipiélago de Kiribati, en el cual en forma similar al estado vecino de Samoa, se da la señal de partida para los festejos. Unos 1.500 cristianos nuevoapostólicos viven en ambas cadenas de islas, que pertenecen al área de actividad de la Iglesia regional Australia.

Un bastión de los festejos de año nuevo es Yakarta, informa Keefe Setiobudi, uno de los corresponsables de nac.today en la Iglesia regional Asia del Sudeste. En las calles de la capital indonesia pasa de todo en la víspera. El día de año nuevo es para muchos un día no laborable: las oficinas y las escuelas están cerradas. Uno pasa el día en familia y piensa en los demás haciéndoles un regalo. Muchas veces también hay pequeños regalos para los alumnos de la escuela dominical que reciben de sus maestros en la iglesia, pues en la comunidad de Keefe el Servicio Divino de año nuevo siempre se hace ese mismo día.

No pasa en todos lados lo mismo que en Asia del Sudeste. En China ese día del calendario cristiano no es tan importante, puesto que con su propio calendario los chinos también festejan su propio año nuevo. Sin embargo, para los hermanos en la fe nuevoapostólicos, el primer domingo del nuevo año es allí un día especial. Después del Servicio Divino se reúnen para un refrigerio y se promueve la comunión con cantos y presentaciones. Algunas de las presentaciones ya se conocen porque se hicieron en Navidad, mas justamente los jóvenes, que por un tiempo pueden dejar atrás el trabajo o la escuela, están contentos de volver a encontrar a sus amigos y sus hermanos en su comunidad.

En el corazón de Europa hay dos Servicios Divinos que forman parte de la tradición establecida para el giro del año. Las comunidades en Alemania se reúnen en la noche de fin de año a las 17/18 horas y luego en la mañana de año nuevo vuelven a encontrarse a las 11 horas, una hora y media más tarde que los domingos. Sólo una vez en los últimos años, el comienzo del año no se hizo el 1º de enero. Fue el 2 de enero de 2011. Entonces el día de fiesta eclesiástico, el domingo, fue más importante que el día del calendario mundano.

Después del Servicio Divino de año nuevo, los hermanos en muchas comunidades quedan reunidos en una atmósfera distendida. Los suizos como los alemanes sacan en esa oportunidad un vino espumoso para chocar con sus copas. En Alemania del Sur existe en algunos lados la tradición de repartir roscas de año nuevo, unas galletas de levadura enormes, que simbolizan la unión y los buenos deseos.

La noche de Silvestre la pasan las familias nuevoapostólicas por lo general en el círculo de sus parientes y amigos. Parte de ello es una comida abundante. Precisamente los alemanes en ese día prefieren los platos nacionales suizos: raclette y fondue, buena carne y mucho queso.

También en África la comida en conjunto de toda la familia es una de las tradiciones del cambio de año. Así relata el Primer Pastor Ngenjo Collins Kabyema de Zambia los festejos: “Hay comidas que no siempre están, arroz con pollo tal vez y gaseosas, donde cada uno tiene para sí una o más botellas”. El tiempo en que se espera la medianoche se pasa tanto en las ciudades como en los pueblos con bailes al son de tambores, antes de que a las doce en punto además de los fuegos artificiales resuena el típico ulular o gorjeo con voces estridentes.

No es gran cosa el giro del año en Sudáfrica, informa el Primer Pastor Thomas Laasch, que proviene de Alemania y ahora vive con su familia en Foutainebleau: en diciembre están las vacaciones largas, pasó el año escolar y es verano. En la víspera de año nuevo muchas veces se hace un asado y se nada. El Servicio Divino de fin de año ya tuvo lugar el domingo anterior. El Servicio Divino de año nuevo es el 1º de enero y comienza a las 10, una hora más tarde que lo habitual.

En Canadá a los jóvenes nuevoapostólicos les gusta encontrarse para “fiestas del lema” vestidos con trajes especiales, informa la corresponsal de nac.today Christy Eckhardt: las familias se reúnen en casa o también en las dependencias de las comunidades para pasar con buena comida la hora de medianoche. ¡Y este año con la transmisión de un Servicio Divino especial del Apóstol de Distrito! En el centro está el lema del año del Apóstol Mayor.

Por más diferente que sea la estructura de la fiesta, de todas forman parte los fuegos artificiales. Pero los hermanos también están de acuerdo en lo que es realmente importante en el giro del año: “Es el momento de reflexionar sobre lo que Dios nos ha dado y agradecer por ello, aunque uno u otro haya vivido quizás una desilusión”, formula Christy Eckhardt de Canadá. “Y también es el momento en que se practica el perdón y uno se desliga de los pensamientos negativos. De esa manera todos pueden empezar bien el año nuevo, reconciliados y con confianza”.

“Así festejamos el año nuevo”, confirma también Keefi Setiobudi de Indonesia: “Cerrar el viejo año con agradecimiento y pedir la bendición de Dios para el nuevo”.

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