Pedir y orar en el sentido de Jesús

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré”. Estas palabras de Jesús son bien conocidas. ¿Pero qué significan exactamente? ¿Qué conclusiones podemos sacar de ellas? He aquí las respuestas que surgen de un Servicio Divino del Apóstol Mayor.

Unos 57.000 hermanos y hermanas en la fe fueron de la partida cuando el pasado 19 de abril en su visita a Dodoma, la capital de Tanzania, el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider llevó a cabo un “cambio generacional” en la Iglesia regional África del Este (http://nac.today/es/158036/238452). Lo presenciaron aproximadamente unas 6.500 personas en forma directa en el lugar y otras 50.000 por televisión en las comunidades de Tanzania, Kenia y Uganda.

Por la fe en el Hijo de Dios

La cita bíblica de Juan 14:14 expresa una promesa maravillosa. “Imaginad por un instante todos los deseos que una persona puede tener“, dijo el Apóstol Mayor y de inmediato reflexionó: “Sería sencillamente maravilloso que todo se cumpla con sólo pedirle a Jesús. Pero Jesús”, afirmó luego, “supeditó a esta promesa el cumplimiento de algunos requisitos”.

“En primer lugar”, siguió exponiendo, “debemos creer que no es un hacedor de milagros cualquiera ni un gran profeta”, sino “el Hijo de Dios que llegó a la tierra para traerle salvación y vida eterna a los hombres. Y en segundo lugar, la condición es que le roguemos invocando su nombre, pidiéndole de este modo que lo haga como si lo hiciera por nosotros, como si estuviera en nuestro lugar”.

Ejemplos de oposición a Jesús

Mediante testimonios bíblicos, el Apóstol Mayor enunció una serie de solicitudes opuestas al sentir de Jesús:

  • La exigencia de los fariseos de que hiciera un milagro como prueba de su condición de Hijo de Dios (Mateo 12:39-40), que Jesús declinó. “Esta fue una respuesta clara. Debéis creer en la Resurrección, ya que no recibiréis otra señal”, señaló el Apóstol Mayor, y luego acotó:
  • “Hoy, muchas personas seguramente rogarían a Jesús: ‘¿Oh, acaso no puedes modificar tu Evangelio? Por qué no lo adaptas a la época actual, a las circunstancias de nuestro país’”. Pero el Evangelio del Hijo de Dios tiene vigencia eterna (Marcos 13:31).
  • “No le podemos rogar que castigue a los pecadores”, puntualizó. De este modo, Jesús logró evitar que la mujer adúltera fuera lapidada (Juan 8:4). En este punto del Servicio Divino, el Apóstol Mayor señaló: “Jesús es el Redentor. Quiere salvar a los pecadores, no castigarlos”.
  • “De nada sirve tampoco rogar a Jesús que bendiga un corazón dividido o inconstante” (Mateo 7:21-23), mencionó. Por ejemplo, “no podemos resolver un problema, descartándolo con una mentira. El Señor no podría bendecir algo así”.
  • Y, finalmente, se refirió a María, la que había “escogido la buena parte” (Lucas 10:40-43). Dijo al respecto: “No podemos esperar que Jesús le adjudique más importancia a nuestra vida terrenal que a la vida eterna”.

Ejemplos de coincidencias con Jesús

“Por lo tanto, ¿qué podemos rogarle a Él? Es muy sencillo“, explicó el Apóstol Mayor Schneider: “Rogamos de Él, lo que Él había pedido del Padre”.

  • Jesús oraba para que la fe de Pedro no se debilitara (Lucas 22:32): “Si le pedimos al Señor por una fe fuerte, nos la donará, porque Él también pide justamente por ello por ti y por mí.”
  • Agregó, que podemos orar siguiendo el ejemplo de Jesús, en el sentido de: “Señor, hágase tu voluntad”. Esto no siempre es sencillo. Aunque significa, explicó el Apóstol Mayor, “que me he decidido a permanecer fiel, ocurra lo que ocurra. Entonces, Jesús me ayudará”.
  • Pedir algo en el nombre de Jesús también supone rogarle por la gracia. “Si rogamos por la gracia con humildad, arrepentimiento y dispuestos a perdonar, Él nos la donará. Él también la pide por nosotros” (1 Juan 2:1).
  • “Si intercedemos con seriedad por ser una sola cosa en la comunidad, Jesús nos lo concederá”. Porque Él pide exactamente lo mismo: la unidad de quienes creen en Él por medio de la palabra de los Apóstoles (Juan 17:20-21).
  • Si le rogamos: “Acorta el tiempo y ven pronto”, cumplirá nuestro pedido porque Él ruega exactamente por lo mismo (Apocalipsis 20:22).

Las conclusiones del Apóstol Mayor fueron: “En estos cinco puntos siempre rogamos en el nombre de Jesús. Él siempre dará respuesta”.

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Andreas Rother
06.05.2015
apóstol mayor, servicio Divino