“Confiemos en el poder del Espíritu Santo”

“Pentecostés es la fiesta de la alegría por la presencia y la actividad del Espíritu Santo en la Iglesia de Cristo”. Esto lo dejó en claro el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider en el Servicio Divino central en Lusaka/Zambia y convocó: “Confiemos en el poder del Espíritu Santo”.

La prédica estuvo bajo la palabra de Apocalipsis 22:17: “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven”. Decenas de miles vivieron el Servicio Divino directamente en el estadio “National Heroes”, millones de personas estuvieron conectadas por transmisiones de video vía satélite, Internet o radio.

El poder en los Sacramentos

Donde sea que en la Iglesia de Cristo se predique el Evangelio, está presente y activo el Espíritu Santo, dijo el Apóstol Mayor. El Espíritu Santo llama a las personas a la comunión de los creyentes. Y su poder ya está activo en el Bautismo: pues el bautizado es fortalecido para resistir al pecado, “decir que no, tú no debes ser una herramienta del maligno”.

“El poder del Espíritu Santo se desarrolla a través del ministerio de Apóstol”, aclara el Apóstol Mayor Schneider: “No hay dudas de ello”. Los elegidos por Dios son llamados y sellados a través de los Apóstoles, cuya tarea es la de preparar a la comunidad nupcial de Cristo.

El poder del Espíritu Santo también se experimenta en la Santa Cena. El poder del Espíritu Santo recién produce la verdadera presencia de Cristo en la hostia consagrada. “Esta presencia no la podemos ver, pero la podemos sentir”, dijo el Apóstol Mayor.

El poder en la comunión

Cuando el alma y la comunidad están llenos del Espíritu Santo, dirían lo mismo, dijo aludiendo al texto bíblico: “Y el Espíritu y la Esposa dicen. Ven”. Esto no sólo es una invitación del Espíritu Santo, sino también expresión del anhelo de la comunidad por la comunión con Jesucristo.

El llamado del Espíritu Santo significa: “Ven, dondequiera que estés, Dios te ama, Él te ha perdonado”. Y este llamado también lo pronuncia la comunidad: “Ven, Dios te ha perdonado y ¡nosotros también!”. Estos son otros poderes del Espíritu Santo: el perdón y la petición por perdón, reconciliación y unidad.

Responder al llamado

Al comienzo del Servicio Divino el Apóstol Mayor Schneider también se refirió al crecimiento de la Iglesia Nueva Apostólica en Zambia y en otras partes de África, pero también al desarrollo demográfico por ejemplo en Europa. Algunos hermanos en la fe tal vez estén tristes porque donde ellos están las cosas no van tan bien como en otras partes.

Sin embargo, el desarrollo del cristianismo siempre ha tenido sus puntos centrales, partiendo de Jerusalén, pasando por Asia Menor hasta llegar a Europa. Para Dios, cosas como los límites de los países o las diferencias culturales no tienen importancia alguna, destacó el Apóstol Mayor: “Lo importante es que aquellos que fueron llamados por Dios, respondan al llamado. Tener fe y ser creyentes hasta el fin, eso es lo importante”.

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