Kirguistán: mucha tierra, pocas personas

Kirguistán, un país grande y orgulloso en el medio de Asia. Desde hace muchos años está activo allí el Obispo Udo Knispel. No es una tarea fácil, como informa en la entrevista con nac.today.

Kirguistán está ubicado en Asia Central. Sus vecinos se llaman China, Tayikistán, Uzbekistán, Kasajistán. Recién en 1991 con el desmembramiento de la anterior Unión Soviética se convirtió en estado independiente con Biskek como capital. 28 habitantes viven allí por kilómetro cuadrado. El país está bastante vacío y es muy montañoso. Sólo alrededor del 20 por ciento de su superficie es apropiada para la agricultura. Clima continental significa: inviernos fríos y veranos calurosos. La mayor parte de la población es musulmana. Los cristianos constituyen una minoría.

nac.today: ¿Qué hace usted exactamente en Kirguistán?

Knispel: Viajo unas tres veces por año a Kirguistán. Allí visito a nuestros hermanos en la fe, celebro Servicios Divinos y me encuentro con nuestros siervos para reunirme con ellos y brindarles las directivas necesarias. Además me ocupo de las cuestiones administrativas y legales. Las exigencias a las Iglesias a través de leyes nacionales y sus disposiciones de aplicación son inmensas.

¿Cómo está establecida allí la Iglesia Nueva Apostólica?

Desde mediados de los años 1990 hay dos comunidades en el país. Una de las comunidades se encuentra en Biskek, la capital del país. La otra está situada en la pequeña localidad de Kara Balta, a unos 80 kilómetros de la capital. Los kirguises son principalmente musulmanes y por eso casi no se los encuentra en nuestras comunidades. En cada una de las comunidades tenemos unos 20 miembros activos, ante todo rusos. Sin embargo, les brindamos Servicios Divinos regularmente. Estos se realizan los domingos cada dos semanas alternándose en ambas comunidades. En ambos lugares tenemos pequeños edificios de iglesias, casas remodeladas, en los que hay lugar para 30 personas, respectivamente.

¿Hay siervos nativos?

Cinco siervos activos atienden las comunidades, dos Pastores y tres Diáconos. Dos siervos provienen de Sudáfrica. Ellos trabajan y viven actualmente en Kirguistán. Un Pastor y dos Diáconos son rusos.

¿Cómo es la relación con otras Iglesias?

Las Iglesias cristianas no están muy difundidas en Kirguistán. Hay Iglesias que dejaron de trabajar allí; otras fueron declaradas no deseadas. Ya que somos solamente un pequeña confesión y atendemos a dos comunidades pequeñas, nos esforzamos por tener buenos contactos con las autoridades de culto y por mantener un trato amable con personas de otras creencias.

¿Qué esperanza tiene para nuestras comunidades allí?

Espero que el núcleo, pequeño pero firme, de las comunidades siga estando unido y continúe desarrollándose. Además deseo que siempre haya siervos locales que se ocupen de nuestros hermanos en la fe. Y no por último, que nuestra Iglesia pueda seguir estando establecida allí oficialmente.



Sobre la persona: Udo Knispel tiene 53 años, es casado y padre de dos hijos. Es ingeniero civil y además de los distritos de la Iglesia regional Berlín-Brandeburgo (Alemania) también atiende algunas comunidades en Kirguistán y Kasajistán. De su primer viaje al exterior ya hacen 25 años. El berlinés porta desde 2006 el ministerio de Obispo.

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Peter Johanning
06.04.2017
Kirguistán, vida en la comunidad