Preservar los recuerdos (5): En acción ya antes de la acción

Los cambios de perspectiva son importantes para buenas fotos. Pero cómo hacerlos si el fotógrafo tiene que moverse poco en el Servicio Divino. La solución es: caminos cortos. Para eso se necesita tener conocimiento del lugar y un plan de trabajo.

El punto de rotación y meollo de la acción del fotógrafo en el Servicio Divino es su asiento, que debería estar tanto cerca del altar como de los actores musicales y también de una salida. Debería ser de libre acceso, pero no en el campo visual de una videocámara. Por lo general, se presta un lugar a un costado, en salas grandes también en el pasillo central.

Saber dónde pasa cada cosa

Asegurarse una posición así con salida, no es el único motivo por el que el fotógrafo ya debe estar temprano en el lugar. Pues en el caso de no conocer de antes el edificio de la iglesia o el salón festivo, ahora todavía tiene la posibilidad de familiarizarse con tranquilidad de las circunstancias:

  • ¿Qué desafíos fotográficos constituyen los cielorrasos y las paredes? ¿Contrastes, códigos de colores, reflejos?
  • ¿Dónde entra el siervo oficiante al recinto? ¿Qué camino recorre hasta el altar?
  • ¿Dónde se ejecuta la música, canta el coro, se para su dirigente?
  • ¿Dónde uno se cruza con las videocámaras?
  • ¿Dónde hay posiciones desde las cuales uno puede fotografiar sin ser molestado y casi sin molestar?

Saber cómo conviene cada cosa

Las respuestas a tales preguntas se pueden combinar bien por medio de un plan de horarios que el fotógrafo preferentemente realiza en su casa. Su contenido central es: ¿Cuándo es el mejor momento para fotografiar cada motivo?

No todas las fotos tienen que hacerse necesariamente durante el Servicio Divino. El coro y los instrumentistas ya entran en acción antes de la oración inicial. Y el adorno floral o la cruz del altar todavía están después de la bendición final, solo para mencionar un par de ejemplos.

Saber cuándo pasa cada cosa

Para poder planear qué motivos deben hacerse antes, durante o después del Servicio Divino, naturalmente es importante conocer el desarrollo general con sus características específicas. Las condiciones litúrgicas básicas no ofrecen aquí un potencial de sorpresa demasiado grande, pero sí los eventuales actos.

Por eso, de todos modos servirá de ayuda conseguirse un cuadernillo con el programa o ponerse de acuerdo previamente con los organizadores. No son menos importantes las consultas en caso de que hubiera otro fotógrafo presente en el lugar. El trabajo se puede dividir en motivos, momentos o ubicaciones. Con esto incluso se logra que los caminos a recorrer sean aún más cortos.


Foto: Jessica Krämer

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