En foco 15/2020: Solo Cristo nos hace libres, ¡nadie más!
De la inmensidad del paraíso a un pequeño laberinto de metas egoístas, de la gran libertad a una estrecha prisión. ¡Cómo ha cambiado el hombre! Después de todo, podría estar mejor, escribe el Ayudante Apóstol de Distrito David Devaraj de Bangalore (India).
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La completa libertad que el hombre disfrutaba en el paraíso se perdió por su aspiración a una supuesta libertad y se encontró en una estrecha “caja” en la que prevalecen el egoísmo, el individualismo y una complicada forma de pensar. Sin embargo, esta “caja” –en realidad un laberinto– también tiene una salida, pero solo una. Excepto uno, sus sinuosos senderos finalmente conducen a otro callejón sin salida. Desde tiempos inmemoriales el hombre lucha por hallar su camino de regreso a la libertad.
En las selvas de la India hay pitones, serpientes constrictoras. Cuando la serpiente localizó a su presa, la agarra con sus colmillos y envuelve su musculoso cuerpo alrededor del animal. Cualquier intento de liberarse termina con la serpiente apretando su cuerpo aún más. Esto significa una muerte segura. Y esto es exactamente lo que el hombre encuentra en esta “caja”: una astuta serpiente que lenta pero seguramente asfixia toda vida provocando el desastre y la muerte.
En su misericordia, paciencia y generosidad, Dios ha previsto todo. Le dio a la humanidad la única “llave” para mostrarle la salida de su forma de pensar y liberarla de la trampa en la que se encontraba impremeditadamente. Se humilló y vino a la tierra como Jesucristo, nuestro Señor, y nos mostró el camino de la salvación. Aunque no siempre logremos emular a Jesucristo, la fe infantil en Jesucristo nos hace libres: Él es el camino, la verdad y la vida, y nos lleva a la vida eterna.
Como cristianos, como cristianos nuevoapostólicos, ¿utilizamos esta “llave” que nos libera de este laberinto de formas de pensar individualistas y egoístas? ¿O nos encontramos en una especie de mundo de ensueño y pensamos que somos libres, aunque estamos atados de muchas maneras? Muchos han recurrido a Cristo porque pensaron que mejoraría su situación terrenal, ya sea en términos de dinero, relaciones o enfermedad. Pero Él vino a liberarnos de nuestras actitudes terrenales y a llevarnos a nuestra patria celestial con su Padre, al paraíso.
Queremos hacer todo lo posible para que se nos encuentre una y otra vez siguiendo el ejemplo de Jesucristo.
Para mí el lema del año significa: No hay nada ni nadie que pueda hacerme libre. Solo Cristo es el que puede hacernos verdaderamente libres.
Foto: NAC India
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David Devaraj
24.08.2020
lema,
apóstol de distrito ayudante