Un espacio de paz en medio del desasosiego

“Incluso en los momentos más oscuros, puedes estar seguro de que nuestro Dios está a tu lado”. Las comunidades de Venezuela quieren compartir esta certeza con sus hermanos y hermanas de todo el mundo: una visión de sus condiciones de vida.

El Apóstol de Distrito Enrique Minio de Argentina visitó Venezuela y recorrió más de 2.650 kilómetros para celebrar cinco Servicios Divinos con casi 2.800 participantes. El país pertenece en realidad al área de actividad del Apóstol de Distrito John Schnabel (EE. UU.). Sin embargo, debido a las tensiones políticas, actualmente es casi imposible para los norteamericanos obtener un visado de entrada. Por eso, en esta oportunidad el Apóstol de Distrito vecino sustituyó a su colega en el ministerio.

El Apóstol César Benito Barrera Báez informa sobre la situación de los hermanos en la fe en Venezuela.

¿Puede describir las condiciones de vida actuales de la comunidad eclesiástica en Venezuela?

Venezuela ocupa el puesto 120 de 190 países en el Índice de Desarrollo Humano. Esta es una realidad de la que nuestros miembros no pueden escapar y significa que muchos de ellos viven en duras condiciones.

¿Cómo ha repercutido la situación económica en la vida cotidiana de los miembros de la Iglesia?

Las carencias y necesidades a las que nos enfrentamos hoy en día, combinadas con la falta de empleos estables que cubran necesidades básicas como la salud y la alimentación, son cada vez más graves en nuestras comunidades. Los más afectados son nuestros niños y los ancianos.

¿Cómo ha ayudado la fe a la comunidad eclesiástica de Venezuela a afrontar dichos desafíos?

En términos espirituales, nuestros miembros han experimentado un profundo sentido de la fe a través de estos desafíos. Nuestra fe está centrada en el retorno del Señor y en el papel que cumplamos en él. Sin embargo, no hay duda de que Dios también nos proporciona apoyo en nuestras luchas diarias. Al orar pidiendo su ayuda, hemos sido testigos de numerosos casos de su providencia que nos han permitido seguir adelante. Aunque la situación no se resuelva del todo, recibimos el apoyo temporal que necesitamos para continuar.

¿Qué papel desempeña la Iglesia en el apoyo a la comunidad en estos momentos difíciles?

Podríamos decir que el mayor apoyo proviene de la asistencia espiritual. La presencia de portadores de ministerio durante estas difíciles circunstancias ha sido una gran bendición. Experimentar el Servicio Divino proporciona un espacio de paz en medio de la agitación causada por las luchas.

¿Puede compartir alguna experiencia o historia que ponga de relieve la resiliencia y la fe de los miembros de la Iglesia?

Nuestra experiencia más reciente fue la visita del amado Apóstol de Distrito Enrique Minio a nuestro país, durante la cual el 80% de las comunidades en Venezuela viajó desde diversos lugares para asistir a los Servicios Divinos programados, sin importar la distancia o el costo. En las conversaciones previas a la visita, hablamos de las difíciles circunstancias antes mencionadas, pero siempre hubo una hermosa expresión de nuestros miembros: “Pase lo que pase, iré; ore por mí”. Los sentimientos experimentados durante ese tiempo siguen calando hondo en nuestro corazón.

¿Cómo mantienen los miembros de la Iglesia la esperanza y la fe en circunstancias tan difíciles?

Creo que nuestros miembros comprenden que nuestro futuro eterno supera las adversidades terrenales. No podemos negar que hay momentos en que los ánimos flaquean y surgen instantes de incertidumbre y desesperación. Sin embargo, la meta que nos aguarda y el esfuerzo necesario para alcanzarla hacen recobrar las fuerzas.

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la Iglesia en su trabajo de evangelización en el contexto actual de Venezuela?

Bien, una de las dificultades más frecuentes es el transporte, ya que en muchas zonas del país escasea el combustible, lo que dificulta los desplazamientos. Además, debido a las razones mencionadas anteriormente, los portadores de ministerio suelen tener trabajos extra para generar ingresos que les permitan cubrir sus necesidades, lo que limita el tiempo del que disponen para el trabajo de evangelización.

¿Existen formas específicas en las que la comunidad internacional pueda apoyar u orar por la Iglesia en Venezuela?

Siempre hemos sentido un gran apoyo internacional por parte de nuestros dirigentes y miembros, y estamos profundamente agradecidos por ello. Hemos sentido que estas circunstancias y sufrimientos también los afectan y preocupan, y los mueve la empatía hacia nosotros. Tenemos la seguridad de que nunca estamos fuera de sus oraciones y este apoyo continuo nos ha fortalecido en cada momento de dificultad.

¿Qué mensaje quisiera transmitir la comunidad eclesiástica de Venezuela a los creyentes de todo el mundo?

No importan las circunstancias, tened la seguridad de que no estáis solos. Dios ha obrado, obra y obrará siempre en nuestro beneficio. Incluso en los momentos más oscuros, podéis estar seguros de que nuestro Dios está a nuestro lado; esta es una gran fuente de consuelo.

Salmos 94:9 y 14 (RVA): “El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá? Porque no abandonará Jehová a su pueblo, ni desamparará su heredad”.

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Ingrid Gadow, Andreas Rother
21.08.2024
Venezuela, vida en la comunidad