El constructor de la Iglesia Nueva Apostólica

Aunque su predecesor Friedrich Krebs, a quien entonces también llamaban “Padre de la unidad”, es considerado el fundador de este ministerio, el título del ministerio no fue establecido oficialmente hasta después de su muerte: en los estatutos de 1906, que ya llevan la firma de Niehaus.

Enérgico en su trabajo

Hermann Christoph Niehaus tenía autoridad entre los Apóstoles. La comunidad nuevoapostólica de Alemania del Oeste estaba prácticamente arraigada en su casa. Conoció la fe a través del Apóstol Menkhoff y fue sellado por el Apóstol Schwarz. En la tradición de estos dos dirigentes autorizados, se lo consideraba garante de la continuidad.

No solo fue capaz de trabajar duro en las modestas circunstancias de su infancia y su juventud en la granja de sus padres. Demostró aún más su energía y fuerza de voluntad cuando asumió el ministerio de Apóstol Mayor en 1905:

• En el mismo año 1905 recorre todos los distritos de Apóstol en Alemania, reestructura las áreas de actividad y ordena a tres Apóstoles más.
• En 1907 comienza el cambio de nombre a “Comunidad Nueva Apostólica” en los registros de las asociaciones locales.
• A partir de 1907 se publica la “Revista Dominical”, que se convierte en el “Panorama Nuevoapostólico”. A partir de ello se desarrolla la Imprenta y luego la Editorial de la Iglesia.
• En 1908 se publica el primer material didáctico para la educación de los niños en la Iglesia en forma de “Libro de ayuda”. En 1916 se publica el “Manual para la enseñanza de religión”, precursor de “Preguntas y respuestas”.
• Desde 1914, los soldados de la Primera Guerra Mundial reciben la Santa Cena en forma de hostias rociadas con vino. Esto conduce en 1919 al desarrollo de la hostia combinada, vinculante para todos.
• En 1921 la Iglesia Nueva Apostólica obtiene el estatus de corporación pública en Baden, y en 1925 en Hamburgo.
• En 1922 se funda el Colegio de Apóstoles de las Comunidades Nuevas Apostólicas de Alemania como asociación, precursora de la actual Iglesia Nueva Apostólica Internacional.

La unión hace la fuerza

Su educación no fue realmente la mejor. Para poder predicar, Hermann Niehaus tuvo que tomar clases particulares de alto alemán. Solo había aprendido bajo alemán en la escuela. Pero tenía los pies en la tierra y era lo suficientemente sabio como para rodearse de hombres que compensaban sus debilidades y complementaban sus puntos fuertes.

Como el Apóstol Bornemann, a quien tenía en mente como sucesor. Y cuya temprana muerte lo golpeó duramente: “Heinrich, Heinrich, ¿por qué me has abandonado?”, se dice que exclamó ante esa muerte.

Y luego estaba el Apóstol Brückner: El Apóstol Mayor y él formaron al principio un verdadero “equipo soñado”. Como líderes probados, ambos fueron capaces de lograr mucho. Pero luego se cruzaron.

De innovador a conservador

El Apóstol Brückner impulsó el progreso y desarrolló ideas cada vez más inusuales. Y el Apóstol Mayor Niehaus, tras los tiempos turbulentos de la Primera Guerra Mundial, intentó encontrar la calma y la estabilidad. Finalmente, se separó la “Federación Apostólica Reformada de Iglesias”.

No fue la única ruptura: el Apóstol Niemeyer (Australia) y su hijo adoptivo, el Apóstol Klibbe (Sudáfrica), ya habían tomado caminos separados a principios de la década de 1910. Así se fundó la “Iglesia Apostólica de Queensland” en Australia y la Iglesia Vieja Apostólica en el Cabo.

En estos casos se puso de manifiesto otro rasgo de su carácter: Hermann Niehaus era el tipo paternal que gobernaba tanto con severidad como con indulgencia. Su indulgencia, sin embargo, se convertía en implacabilidad cuando encontraba resistencia o, incluso, cuando sentía oposición.

La mayor parte del tiempo, sin embargo, Hermann Niehaus demostraba adorable simpatía, aunque su sentido del humor muy propio y su ironía rústica eran capaces de asustar a las mentes sensibles, en el mejor de los casos. Por encima de todo, sin embargo, fue el dirigente de la Iglesia que se hizo cargo de 517 comunidades individuales cuando asumió el ministerio y transmitió a su sucesor una organización eclesiástica con 1.771 comunidades.