Una piedra de tropiezo frente a la puerta de la iglesia

Frente a la Iglesia Nueva Apostólica en Besigheim (Alemania del Sur), una piedra recuerda a Frida Dippon. Era la esposa del anterior dirigente de la comunidad y fue asesinada en el marco del programa de eutanasia de los nacionalsocialistas del año 1940.

Frida Dippon nació en 1896 en Wurtemberg, Alemania y fue junto a sus padres y hermanos uno de los primeros cristianos nuevoapostólicos con los que cuenta hoy el distrito Heilbronn. En 1918 se casó con Ernst Dippon, el futuro dirigente de la comunidad Besigheim.

Cuando fue construida una iglesia en la calle Ulrich 3 en Besigheim, la familia con sus dos hijos se mudó a la vivienda en el piso alto del edificio de la iglesia. En el mismo lugar se encuentra hoy la nueva iglesia erigida en el año 2000.

De la clínica a la muerte

En 1926 Frida Dippon fue tratada por problemas psíquicos en la Clínica de Nervios de Tübingen. Un año más tarde fue internada en la entidad médica estatal Weinsberg, en la que en aquel tiempo se mantenían los enfermos psíquicos. Desde allí Frida Dippon fue trasladada el 25 de enero de 1940 junto con 46 mujeres más a Grafeneck y el mismo día de su ingreso fue asesinada junto con otras mujeres con gas venenoso.

La entidad en la que se asesinaba sistemáticamente a personas con monóxido de carbono fue instalada en 1939 en el casillo Grafeneck, un anterior hogar de la Misión Interna. Allí entre enero y diciembre de 1940 fueron matados con gas más de 10.000 enfermos psíquicos y personas con discapacidades en el marco de la “Acción 4”, entre ellos también niños y jóvenes que habían sido consagrados para la muerte en los hospitales y hogares considerándolos “vidas que no valen la pena vivir”. Los ejecutores de Grafeneck fueron enviados más tarde a otros campamentos de la muerte.

Exhortación a no olvidar

“Para nosotros, las piedras conmemorativas deben ser una exhortación cada día para dar prioridad al amor al prójimo y luchar contra la discriminación y el odio”, dijo Dominik Floer, dirigente de la comunidad Besigheim en su alocución expresada con motivo de la colocación de esa piedra el 29 de junio de 2019. Con tales piedras se continúa con un proyecto de 1992 del artista Gunter Demnig para recordar a personas que fueron perseguidas en la dictadura del nacionalsocialismo, deportadas y asesinadas o impulsadas a quitarse la vida. Más de 70.000 piedras conmemorativas con el nombre, el año de nacimiento y el año de muerte de la víctima ya fueron colocadas en Europa hasta la fecha, en su mayoría en la última residencia elegida con libertad por la víctima.

Como están colocadas en forma atractiva en la acera, hacen que los transeúntes se detengan y constituyen por eso una exhortación a no olvidar el sufrimiento y la injusticia que se vivió en e tiempo de la dictadura nacionalsocialista y un recuerdo a sus víctimas. La primera piedra conmemorativa fue colocada para una hermana de Alemania del Sur en noviembre de 2006 en Stuttgart. Recuerda a Helene Wöhr que perteneció a la comunidad Feuerbach, donde fue confirmada en 1930. Helene Wöhr, cuyo padre era judío, fue deportada en 1941 al campo de concentración Riga y allí fue asesinada.

Otra piedra frente a una de nuestras iglesias nuevoapostólicas se encuentra en Friedrichshafen-Fischbach, Alemania del Sur. Fue colocada en septiembre de 2013 recordando a Elsa Hammer, la ciudadana nacida en 1884 en Goppingen como judía, que había vivido aquí. La vivienda fue destruida en la guerra y hoy está allí el edificio de la iglesia. Elsa Hammer fue deportada en 1943 a Auschwitz y allí fue asesinada el mismo año.

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Andreas Vöhringer
28.09.2019
vida en la comunidad, personalidades