El Padre, los hijos y toda la familia

¿Quién es Dios? Hay muchas respuestas a esta pregunta, pero solo una que cuenta de verdad: la imagen que mostró Jesucristo. Quien se involucra en ella se asegura la posibilidad de alcanzar todo lo imaginable.

La palabra bíblica para el Servicio Divino del 18 de junio de 2023 en Halifax (Canadá) procede de la primera epístola de Juan: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él” (1 Juan 3:1).

El Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider explicó que esta epístola se opone a las falsas doctrinas seguidas por los primeros cristianos que, en concreto, negaban la naturaleza divina de Jesús. “¿Cuál es la conexión que tiene esto con nosotros?”. Incluso hoy en día se dibujan muchas imágenes distorsionadas de Dios.

Las imágenes distorsionadas de Dios

Para algunos cristianos, Dios es “el juez que espera el juicio final y castigará a todos esos terribles pecadores”. Otros se comportan como paganos frente a un ídolo: “Creen que se puede comprar a Dios. Piensan que si traes suficientes ofrendas, si haces las cosas bien, puedes comprar su gracia y su bendición”.

Luego están los que piensan que Dios “debe gobernar el mundo y arreglarlo todo”. Más aún, “algunos incluso piensan que deben ayudar a Dios. Quieren gobernar el mundo en su nombre”. A esto Jesús respondió: “No, mi reino no es de este mundo”.

Y finalmente, están las personas que piensan que Dios es muy exigente en su amor, que Dios tiene sus preferencias, dependiendo del origen, del comportamiento y de la fe. Que el sufrimiento o el bienestar demuestran si Dios ama a una persona. Que Dios quiere castigar a los pecadores y nosotros tenemos el mandato de llevarlo a cabo. “Eso no tiene sentido”, aclaró el Apóstol Mayor.

Dios, Padre de todos los seres humanos

La verdadera imagen de Dios la mostró Jesucristo, es decir, Dios mismo: “Dios es tu Padre celestial”. Esto no significa que Dios sea un hombre. Porque “Dios no es varón ni es mujer. Está muy por encima de la naturaleza humana”. Y “el salmista dijo que Dios cuida de nosotros como un padre y como una madre”.

Dios como Padre, esto significa mucho más:

  • “Es el autor de la vida, creó a los seres humanos y tiene autoridad sobre ellos”.
  • “Todas las personas se pueden dirigir a Él como Padre”: sean buenas o malas, justas o injustas. “Él conoce sus necesidades y las atiende”.
  • “Dios es el Padre amoroso, lleno de compasión y espera que los seres humanos vuelvan a Él. Todos los seres humanos”.

Los hijos de Dios: todos los seres humanos

“Tenemos que ser conscientes de que todos los seres humanos son hijos de Dios”, dejó claro el dirigente de la Iglesia: “Él es el Padre de todos los seres humanos y los ama a todos. Quiere salvarlos, no castigarlos”.

Este término también tiene otro significado: “Hijos de Dios, en términos espirituales, son los que han nacido de nuevo de agua y del Espíritu”. Ellos heredarán la gloria eterna. Pero esto “no es solo cuestión de los Sacramentos”. Porque los verdaderos hijos de Dios...

  • “... llevan el nombre del Padre y del Hijo, y santifican su nombre con su conducta”.
  • “... confían en su Padre pase lo que pase”.
  • “... son guiados por el Espíritu Santo y no impulsados por su naturaleza humana. Son libres”.
  • “... saben que no hay nada más importante en su vida que esta filiación divina”.

Una sola familia a pesar de las diferencias

“Dios quiere reunir a sus hijos para conducirlos a su reino”, dijo el Apóstol Mayor. “Quiere que sus hijos sean uno y superen sus diferencias”. Añadió que esto no es necesariamente fácil: “Porque en la sociedad actual la gente tiende a insistir en sus diferencias. ¿Cómo quieres construir una sociedad sobre la división? No me extraña que esta sociedad esté cada vez más dividida y sea más egoísta”.

“Dios quiere que su familia, sus hijos, sean uno. El lugar donde pueden superar sus diferencias es la Iglesia”, señaló refiriéndose al Apóstol Pablo: “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).

“Lo que tenemos en común es mucho más importante que lo que nos separa”, subrayó el Apóstol Mayor Schneider. “Con la ayuda del Espíritu Santo, podemos superar todas las diferencias y ser verdaderamente uno en Jesucristo. Y ese es nuestro objetivo”.

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Andreas Rother
16.08.2023
Canadá, apóstol mayor, servicio Divino