Cómo Dios protege a su Iglesia

Dios protege a la Iglesia de Cristo. Uno de los medios que utiliza para ello es el llamado “servicio de Pedro”. Esto tiene consecuencias para la Dirección de la Iglesia, pero también para cada miembro de la comunidad.

El pasaje bíblico central es: “Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”, dice Jesús en Mateo 16:18.

La Iglesia indestructible

“Jesucristo revela aquí que su Iglesia no puede ser destruida”, explica una carta doctrinaria publicada recientemente: “No tenemos que preocuparnos por la supervivencia de la Iglesia de Cristo. El Todopoderoso vela por ella y Cristo llevará su Obra a la consumación”.

Pero “Jesús no habla de la Iglesia en el sentido de una institución, con una estructura y con sus bienes, ni de todas las actividades que conocemos en nuestras comunidades. La promesa de Cristo se refiere únicamente a lo que constituye la esencia de su Iglesia: la prédica del Evangelio, la dispensación de los Sacramentos y la comunión de los creyentes”.

Edificar sobre lo que perdura

Esta es una de las directrices de los Apóstoles para su encargo de conducir la Iglesia (Catecismo INA 7.6.2): “Más que nunca, se debe dar prioridad a lo que perdurará hasta el retorno del Señor: el anuncio del Evangelio, la dispensación de los Sacramentos y la comunión unos con otros”, subraya el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. “Estas prioridades deben reflejarse en las decisiones para el uso de los recursos humanos y financieros”.

Abrir, confirmar, proveer

Parte de las medidas que tomó Jesús para proteger a su Iglesia de las fuerzas del mal fue establecer el llamado “servicio de Pedro”. Para ello, dio a Pedro el “poder de llaves” (Mateo 16:19), le encargó que confirmara a sus hermanos (Lucas 22:32) y le confió su rebaño (Juan 21:15-17).

“La función y las tareas que el Señor le transfirió al Apóstol Pedro, están hoy a cargo del Apóstol Mayor”, aclara el Catecismo. Esto “se exterioriza en mantener pura la doctrina y seguir desarrollándola, en hacer accesibles nuevos reconocimientos, así como difundir en forma uniforme del testimonio de la fe”.

Concentrarse en lo esencial

Por último, pero no por ello menos importante, se trata de la unidad de la Iglesia. Pedro la preservó en la asamblea de Apóstoles en Jerusalén exhortando a los Apóstoles y a los ancianos a concentrarse en lo esencial (Hechos 15: 6-11).

“En la actualidad, el Apóstol Mayor debe asegurarse de que los Apóstoles y las Iglesias regionales que dirigen permanezcan unidos a pesar de sus diferentes culturas y tradiciones”, dice la carta doctrinaria. “Lo hace centrándose en lo que es verdaderamente necesario para la salvación”.

Y el Apóstol Mayor “en particular, debe asegurarse de que todas las ovejas de Cristo tengan lo necesario para su salvación. Para lograrlo, promueve la solidaridad entre las distintas áreas de la Iglesia”.

Ejemplo firme como una roca

“Al llamar a Pedro la roca, Jesús nos lo pone como ejemplo”, explica el máximo dirigente de la Iglesia: “Nada puede separarnos de Cristo si, como Pedro, tenemos una fe firme en Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, somos humildes y conscientes de que debemos nuestra salvación a Jesús, y estamos verdaderamente llenos de amor a Cristo”.

“Pedro, como sabemos, estaba lejos de ser perfecto”, reconoce el Apóstol Mayor. “Pero la debilidad de Pedro no impidió que Cristo bendijera a su Iglesia a través de él. ¡Podemos estar seguros de que Jesucristo llevará su Obra a la consumación a pesar de la imperfección de sus siervos!”.

La carta doctrinaria sobre el servicio de Pedro fue publicada recientemente en la revista para miembros community 4/2024. El texto completo apareció en la edición especial de los Pensamientos Guía 2/2023 y se remonta a la parte espiritual de la asamblea de Apóstoles de Distrito de junio de 2022.


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Andreas Rother
08.10.2024
ministerio, declaraciones doctrinales