Trabajar con el corazón, el alma y el entendimiento

Con un Servicio Divino festivo finalizó la última asamblea de Apóstoles de Distrito. Y justamente este trabajo de los días pasados fue tomado como tema por el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider. Ve en él una guía para tomar decisiones, también los hermanos en la fe.

"Naturalmente a la gente siempre le interesa saber qué estamos haciendo cuando nos sentamos y hablamos por días", dijo el Apóstol Mayor al comienzo del Servicio Divino con transmisión el 15 de marzo de 2015 en la comunidad Schaffhausen-Neuhausen. "¿Cómo trabajamos en este círculo? Trabajamos con nuestro entendimiento, trabajamos con nuestro corazón, trabajamos con nuestra alma. Es una muy buena combinación".

La forma de trabajar en un gran círculo

Al comienzo está la oración, explicó: "Cuando se trata de tomar decisiones o hacer cambios, comenzamos orando porque naturalmente necesitamos la inspiración del Espíritu Santo; nada queremos hacer sin Él".

"Después necesitamos el entendimiento, el conocimiento, nos debemos apropiar de él", describió el Apóstol Mayor la segunda fase. "¿Qué dice la Sagrada Escritura? Entonces debemos investigar". En muchas áreas también es necesario tener conocimientos especializados. "No los recibimos en la ordenación. Debemos leer y estudiar para saber de qué se trata".

La tercera fase es el intercambio de experiencias, pero también el intercambio de sentimientos y sensaciones. "Aquí entran en juego el corazón y el amor fraternal", explicó. "A veces somos conscientes de que todavía estamos poco informados, entonces debemos buscar más conocimientos. En algunas oportunidades notamos que necesitamos más tiempo para intercambiar opiniones. Muy a menudo también sentimos que necesitamos más Espíritu Santo. Entonces oramos más y con mayor profundidad".

Una guía para decisiones personales

"Esta es una hermosa indicación para nuestra juventud: ¡Hagan lo mismo!", comparó el Apóstol Mayor Schneider. Pues: "Nuestros hermanos jóvenes deben tomar muchas decisiones".

"El amado Dios nos dio el entendimiento. ¡Por favor utilícenlo!", dijo aludiendo a la segunda fase. "Uno tiene que estudiar un poco y reflexionar: ¿Qué tengo que saber, cuáles son los hechos, cuál es la realidad?"

"El amado Dios también nos dio hermanos oficiantes, portadores de bendición, que tienen experiencia", dijo el Apóstol Mayor refiriéndose al próximo paso, el intercambio. "¡Intercambiemos esta experiencia y busquen consejo allí! Tengo el conocimiento, tengo la experiencia de mis hermanos, de mis hermanas. He hablado con mis padres, también sé lo que pasa por su corazón".

Y finalmente hizo referencia de nuevo a la oración: "¡Amado Dios, dime ahora qué tengo que hacer! Amado Dios, ahora quiero saber qué esperas de mí", describió la actitud y su resultado: "En algún momento tendremos paz en el corazón, entonces sabremos: Esta es la decisión correcta, esto hacemos ahora, esto agrada a Dios".

"Trabajemos con el entendimiento, el corazón y el alma", sacó como conclusión el Apóstol Mayor, "y apliquemos el conocimiento, el intercambio y la inspiración del Espíritu Santo de manera que nos resulten provechosos".

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