Acompañamiento de dolientes: una exigente tarea
En principio, cualquiera puede acompañar a las personas en su proceso de duelo, pero no todos saben necesariamente estar presentes, escuchar y compartir sus sentimientos. También encontramos acompañantes terapéuticos especializados en duelos a quienes encomendar la ayuda que se necesita en este trance. Ahora, en las Iglesias regionales alemanas se ofrecen capacitaciones certificadas en la materia.
¡De pronto, todo es diferente! En determinado momento, cambia el curso habitual de la vida. Una persona amada ha muerto y, de pronto, los deudos se encuentran inmersos en una realidad completamente diferente y deben darle un giro que no querían a la vida que llevaban hasta el momento.
Estos son los hechos y a partir de ese momento ¿qué se debe hacer?
El acompañamiento en el proceso de duelo puede ayudar en situaciones de vida como estas, a sobrellevar de la mejor manera posible el tiempo entre la partida, la despedida y el nuevo comienzo. Desde los tiempos de Sigmund Freud el acompañamiento del duelo era ya considerado seriamente en el marco de la atención psicológica. La reflexión sobre la pérdida sufrida para reconciliarse con lo ocurrido es una parte importante en la vida de las personas. Si bien el trabajo de elaboración del duelo no puede hacer desaparecer la pena, sí puede apoyar a los dolientes para que sigan positivamente con sus vidas. Esto sucede en varias etapas y es un trabajo que requiere mucho esfuerzo. En el ínterin, gran cantidad de instituciones han reconocido este campo de trabajo y capacitan a acompañantes de duelo voluntarios. Lo mismo hacen las Iglesias.
Unos 16 participantes de las Iglesias nuevoapostólicas de Hesse y Renania del Norte-Westfalia (Alemania) se reunieron durante todo un año, una vez por mes en Baunatal. Jürgen Jakob dirigió este seminario dirigido a asistentes espirituales en situaciones de emergencia y a Pastores. Se realizó en el marco de un apretado programa de contenidos en Pohlheim, cerca de la ciudad de Gießen. El manejo del duelo en la sociedad, los caminos y los rituales del duelo, los principios básicos o su manejo en caso de los niños y adolescentes, fueron los temas tratados. Estos objetivos temáticos se orientan en los contenidos curriculares preparados en la Asociación Federal de Acompañantes de Duelo de Alemania. Para finalizar la cursada, cada participante tuvo que escribir un trabajo final, en el que lo aprendido tenía que aplicarse a un determinado ejemplo.
Entre dos mundos
Los dolientes se debaten entre dos mundos: el recuerdo y la realidad. Y como ningún duelo se vive de la misma manera, no hay una única fórmula para sobrellevarlo. Sin embargo, los duelos tienen en común que una diversidad de sentimientos confluye y, en muchos otros casos, transcurren paralelamente en la persona. Al mismo tiempo se presentan shock, desconcierto, rabia, culpa, abatimiento, soledad, temor y pánico. Algunas personas se sienten confundidas, abandonadas y defraudadas, otras quedan como paralizadas. La congoja y el dolor determinan su día.
En momentos como estos, el duelo comienza a elaborarse. En parte, cada uno debe hacerlo solo. Pero también encontramos acompañantes individuales o grupos de ayuda, amigos, asistentes espirituales: todas ellas personas que se comprometen para asistir al otro. El acompañante de duelo ha aprendido a escuchar, saber callar y llorar junto al otro. Sabe conversar y ayudar a recuperar recuerdos. El pensamiento de que la muerte no puede romper el “vínculo de amor” se considera un posible consuelo. Este acompañamiento de apoyo es como una “búsqueda conjunta de huellas”, una exploración biográfica en los recuerdos. Entre este y aquel mundo se construye de a poco un puente.
Entrega de certificados
En Baunatal, el Obispo Gerd Kisselbach de Kassel y el director del seminario Jürgen Jacob entregaron los certificados a los participantes del seminario, que los designa como acompañantes de duelo voluntarios. El Obispo honró el tiempo dedicado a esto y con una oración envió a los acompañantes a su exigente tarea.
En las otras Iglesias regionales alemanas también se ofrecen cursos similares. Al respecto, Jürgen Jakob dice: “Desde enero de 2016, en la Iglesia regional Renania del Norte-Westfalia se ofrece un curso individual”. Y en la ciudad de Tréveris, después de las vacaciones de verano se dará continuidad a un grupo de estudiantes, cuya tarea consistirá en la atención de Sarre y de Luxemburgo. En estos momentos también se está trabajando en un concepto para el “atención espiritual en casos de emergencia”, comenta el capacitador de 52 años.
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Peter Johanning
26.07.2016
Alemania,
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vida en la comunidad